Tema 3.- La Medicina General Integral y la formación ético – profesional de los estudiantes de medicina.

FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS.
La Medicina General Integral y la formación ético – profesional de los estudiantes de Medicina.
The Integral General Medicine and the medical students ethical-professional formation

 

AUTOR:
Dr. Fredy H. Fagundo Montesinos (1)

(1) Especialista de 2do Grado en Organización y Administración de Salud. Profesor Asistente de la FCMM

RESUMEN

La investigación ofrece los resultados de un estudio descriptivo sobre la influencia del proceso docente educativo en la formación de valores, centrados en la Medicina General Integral,(MGI) como disciplina rectora en la Facultad de Ciencias Médicas de Matanzas, según la valoración de los actores principales del proceso educativo; estudiantes y profesores. Se sustentó en el análisis de los documentos curriculares principales de la carrera y las opiniones que sobre la Medicina General Integral tienen los profesores y estudiantes, para lo que se obtuvo la valoración de 192 estudiantes y 62 profesores de diferentes años de la carrera. Se hace referencia a la presencia de la Medicina General Integral como núcleo integrador de la formación del médico cubano, en los documentos normativos del proceso docente y en las actividades metodológicas. Fundamenta la necesidad de la interiorización en los estudiantes, de la Medicina General Integral durante su tránsito por la carrera, para obtener una verdadera formación, con inclinación hacia la Atención Primaria de Salud. Los resultados permitieron inferir que existe una contribución limitada del proceso docente para el logro de la Medicina General Integral como disciplina que rectorea el proceso docente-asistencial-investigativo de la carrera, lo que está asociado a una insuficiente formación ético profesional. Se ofrecen recomendaciones por la importancia de este aspecto para la calidad del egresado en aras de lograr la excelencia del sistema de salud.

DESCRIPTORES DeCS:

MEDICINA COMUNITARIA/educación
ETICA MÉDICA
ESTUDIANTES DE MEDICINA

INTRODUCCIÓN

En la antigüedad se encuentran antecedentes del enfoque social de la salud. Hipócrates 460- 370 A .N.E y Galeno en el siglo II ya plantearon la influencia de las condiciones de vida y trabajo sobre la salud de la población.
Figuras como J P Frank en 1779, J Guerin en 1848 , Grotjam en 1912 aportaron la noción del condicionamiento de la salud a las condiciones sociales, las relaciones entre la morbilidad de las poblaciones y las condiciones materiales de vida en las comunidades. Posteriormente representantes del movimiento de medicina social y la epidemiología crítica han ofrecido argumentos que enriquecen estos postulados ( 1).
La sociedad demanda con más fuerza cada día a las Universidades, la formación de un profesional con calidad que se traduce en una sólida formación de conocimientos y habilidades desarrolladas a través del currículo y también la formación de intereses y valores que regulen su actuación profesional.
El énfasis de ese proceso tiene como ejes principales, la formación de los valores fundamentales de la personalidad del profesional, acorde con las características de nuestra sociedad y la vinculación armónica del estudio y el trabajo, los que de manera integral se manifiestan en el desarrollo de cada una de las tareas que se han ido ejecutando ( 2).
Precisamente, y en correspondencia con el primero de estos dos principios, surge la idea de desarrollar una investigación que demuestre la necesidad que se tiene de una mejor formación integral durante el proceso docente educativo y desde la disciplina Medicina General Integral (M.G.I.) para el médico cubano. En la entrevista a especialistas y un profundo estudio del tema se llegó a la consideración de plantear en una primera etapa el objetivo general de: valorar el problema de la formación de valores, centrada la atención en la Medicina General Integral en la Facultad de Ciencias Médicas de Matanzas (F.C.M.M.), apoyado en el estudio de los documentos curriculares principales de la carrera y el proyecto educativo, así como las opiniones de estudiantes y profesores como actores principales del proceso docente educativo.

MATERIAL Y MÉTODO

En el presente trabajo se realiza un estudio con una muestra de 191 estudiantes del 2do, 3ro, 4to, 5to y 6to año de la carrera de Medicina en el curso 2003-2004 y 62 profesores de estos años, representados los docentes de las ciencias básicas, hospitales y Atención Primaria de Salud. Se analizaron documentos y se aplicaron cuestionarios a docentes y estudiantes para dar cumplimiento a las siguientes tareas investigativas:

•  Determinar en los documentos normativos y en el trabajo metodológico si se contemplan objetivos basados en el sistema de valores del médico desde la disciplina MGI, lo cual establecería una dirección uniforme y sistemática en el proceso de enseñanza aprendizaje.
•  A partir de los métodos empíricos utilizados, constatar si la MG I. es la disciplina rectora del sistema de valores en la Educación Médica Superior según la valoración de los principales participantes en el proceso enseñanza-aprendizaje.
•  Constatar a través de las opiniones; reflexiones y análisis de los estudiantes y profesores la aplicación del proyecto educativo, como instrumento e intención institucional para la formación educativa del médico.

Los resultados obtenidos fueron analizados comparativamente y cruzados con el objetivo de analizar las diferencias en las percepciones y valoraciones de estudiantes y profesores.

RESULTADOS

Los programas de asignaturas constituyen el documento en que se consignan particularmente los objetivos o propósitos del curso, los contenidos de enseñanza que abarca y las consideraciones sobre el proceso de enseñanza aprendizaje, con lo cual propician una formación en la carrera de Medicina centrados en la M.G .I. como disciplina rectora; se solicitó a los profesores su opinión acerca del programa y si estaban o no presentes los objetivos dirigidos en este sentido.
Los resultados muestran, que sólo el 31.40% de los docentes consideran que el programa de su asignatura es útil para la formación de valores en los estudiantes, mientras que un 61.2% consideran que es poco o inútil. De los profesores encuestados en la atención primaria el 77% considera que es útil el programa de su asignatura, sólo el 17.8% en los hospitales docentes y el 29.4% en las ciencias básicas.
Predominaron las opiniones sobre la poca utilidad de los documentos y programas de las asignaturas vigentes para la formación de valores y de forma más notable estas opiniones se concretan en los profesores de los hospitales, seguido por los de ciencias básicas. La prioridad en la formación de valores centrados en la M.G .I., dados en las actividades metodológicas, como son los colectivos de asignaturas, reuniones departamentales, claustros y otras, se pudo comprobar que el 64.1% de los docentes considera que “siempre” o “casi siempre” se incluye el tema para ser analizado por los profesores, en tanto que el 35.8% opinó que “pocas veces” o “nunca” se realiza.
Estos datos reflejan la insuficiente prioridad que se le otorga a la temática, teniendo en cuenta “la importancia estratégica que tiene este aspecto en la formación y el énfasis que actualmente se pone en la necesidad de capacitar a los profesores, para contribuir al desarrollo de valores en los estudiantes”.( 3) Se propuso identificar el grado de conocimiento en profundidad que poseían los estudiantes y profesores de la MGI, como disciplina principal integradora por constituir esencia metodológica del tema.
Para esto se aplicó una pregunta con seis ítems, común para estudiantes y profesores, que indaga sobre aspectos centrales de la M.G .I. como ciencia médico-social.
Se constató que el 70.3% de los profesores y el 66.7% de los estudiantes respondieron correctamente los ítems, de donde se demuestra un conocimiento aceptable de la MG.I.
Las mayores dificultades de los profesores (35% de errores) estuvieron; en la efectividad de la MGI como especialidad para la solución de los problemas de salud de la población; la tendencia universal a la formación del médico con orientación hacia la atención primaria y la creciente insatisfacción de los pacientes y familiares por la falta de comunicación y afecto en la relación médico paciente.
En los estudiantes, se destacan como mayores dificultades cognitivas (47% de errores), los aspectos vinculados con la insatisfacción de los pacientes y familiares por la falta de afecto y comunicación que la medicina tecnocrática provoca; la tendencia académica universal a la formación de médicos dirigidos a la promoción de salud y la prevención de enfermedades y el desconocimiento sobre el cambio en el perfil epidemiológico de las enfermedades, hacia patologías eminentemente sociales.
La opinión constatada sobre la importancia de la MGI como disciplina para su formación por los estudiantes, mostró que el 54.9% consideró que sí era importante, el 41.8% percibió que no lo era, al realizar el análisis por los diferentes años, en el 2do opinaron positivamente el 77.05%, en el 3er año las cifras fueron de 41.6%, en 4to año 60%, en 5to año 38.7% y en el internado (6to año) donde los estudiantes consultados se encuentran en la etapa profesionalizante, la cifra fue de 45.4%.
Se evidencia que en la medida que el estudiante transita por la carrera de medicina su valoración de la importancia de la MG I para su formación tiene una tendencia al decrecimiento.
En la indagación con los profesores sobre si reconocen a la MG I como la disciplina rectora en el proceso docente-educativo en las ciencias médicas, se constató que el 45.6% consideró que sí, mientras el 54.3% no la consideró como tal.
En la estratificación por niveles del proceso docente-educativo, los profesores de la APS en un 66% consideró que la MGI rectorea el proceso docente educativo, en las ciencias básicas el 64.7% respondió afirmativamente y entre los profesores de los hospitales sólo el 29.0% destacan la M.G .I.
El profesor planifica, organiza y controla el proceso de aprendizaje, con inclusión de la dirección de los estudiantes hacia el enriquecimiento de los objetivos, y es en los escenarios de los hospitales, donde se efectúa su práctica profesionalizante cuanti-cualitativamente mayor, se impone la superación de los profesores de estas instituciones, no sólo en el marco de su especialidad, sino en los temas o aspectos requeridos, para lograr la comprensión de la esencia del trabajo del MGI.
Al indagar con los docentes su apreciación sobre la presencia de desmotivación en los estudiantes por la MGI, el 81.9% responde que es real, y al invitarlos a relacionar las causas, en primer lugar se consideró, no constituir la MGI la disciplina rectora, a pesar de estar explicitado en el plan de estudio; el segundo factor fue la formación profesional centrada en los hospitales; la insuficiente estimulación material y moral para la especialidad y la debilidad del claustro de profesores de la A.P .S., en ese orden decreciente, y como factores de influencia menor, las malas condiciones de trabajo en la A.P .S. y la sobrecarga de trabajo burocrático.
Evaluando con los profesores cómo consideran que la MGI influye sobre los modos de actuación de la profesión médica, el 44% consideró que “mucho” y “bastante”, mientras que el 42.4% que “algo” o “poco”. En la estratificación por niveles de la docencia, entre los de la A.P .S. el 66.6% considera que “mucho- bastante”, en los hospitales las respuestas fueron de 41.9% para el “mucho-bastante”, y en las ciencias básicas de 35.7%.
Un grupo importante de profesores no percibe la M.G .I. como formadora de modos de actuación de la profesión médica, y contrasta la opinión mayoritariamente positiva del claustro de la atención primaria con la negativa de los docentes de hospitales y ciencias básicas.
El 78.01% de los estudiantes considera que el tránsito por la carrera de medicina, lo sensibiliza con la M.G .I., como ciencia integradora; en el desglose por años, se observa, que en 2do año comparten esta opinión el 87.88% de los jóvenes, en 3er año el 83.33%, en 4to año el 85.71%, ya en el 5to año, esta cifra disminuye al 59.38%, y en el internado (6to año), solo se declaran sensibilizados por el proceso docente el 54.58% de los estudiantes. Es evidente que el tránsito por la carrera, modifica la percepción de los estudiantes de forma opuesta a lo intentado curricularmente.
Desde otra arista, al explorar con los estudiantes su preferencia de actuación profesional, como especialista a su egreso; el 32.9% opinó desear dedicarse a la medicina familiar, y un 67.02% a otras especialidades de las ciencias médicas. Cuando se estratifica por años académicos, se observa que, en 2do año se inclinan por la M.G .I. el 45.5% de los jóvenes, en 3er año el 33.3%, en 4to año un 31.43%, en 5to año sólo el 12.5% de los encuestados y en el internado se deciden por la M.G .I., el 22.73% de los jóvenes.
El autor considera ante este resultado, que se está en presencia de un indicador de salida del proceso, y donde el compromiso afectivo con la especialidad que constituye el núcleo principal del proceso docente educativo (M.G.I.), no se logra en su tránsito por la carrera.
Los estudiantes perciben que el proceso docente educativo influye sobre ellos para su inclinación hacia la M.G .I., (78% respuestas afirmativas), que al comparar con el 32.9% de los que declaran su decisión de continuar con la especialidad de M.G.I. conduce a la consideración del autor a que realmente esa influencia es externa y no se logra su interiorización.
Sobre la valoración los jóvenes, de cómo la M.G .I. como disciplina principal integradora, contribuye sobre la formación de los modos de actuación que caracterizan la profesión médica el 71.67% considera que tiene incidencia, mientras que el 25.5% consideró que sólo influye “algo-nada”.
Al analizar por años se precisa que en 2do año el 90% de los estudiantes opina que la M.G .I. influye decisivamente sobre los modos de actuación de la profesión médica, en 3er año el 52.7%, en 4to año el 82.8%, en 5to año el 53.8% y en el internado la opinión de “mucho-bastante” la brindaron el 54.5%.
Se exploró en los profesores de la F.C .M.M. su conocimiento sobre la diferencia de procedimientos didácticos para obtener conocimientos y habilidades, de los usados para la formación de valores, cuyos resultados muestran que el 61.5% de los docentes conocen que son diferentes los procedimientos, y el 39.4% responde que no son diferentes o que no los conocen. Por áreas, coinciden las opiniones en la A.P .S. y los hospitales docentes, con un 56% de conocimientos y un 44.4% declara no saber cómo enfrentarse didácticamente a este reto. En las ciencias básicas se aprecia un mejor comportamiento al referir el 71.4% de los encuestados estar dotados de estas herramientas pedagógicas.
Mayoritariamente, (66.0%) los profesores consideran que el cambio de escenario en el internado contribuyen a la intención de centrar el proceso docente-educativo en las concepciones de la medicina integral, como aparece explicitado en el perfil del profesional.
En la constatación sobre el proyecto educativo se observa que el 53.40% de los estudiantes respondieron conocerlo, mientras que el 44.5% responde negativamente.
En 2do año respondieron afirmativamente el 67.74%; el 61.11% en 3er año, en 4to año el 51.43%; en 5to año el 25.0% y el 54.55% en los internos.
La opinión de los estudiantes sobre la utilidad del proyecto educativo para la brigada, el 68.32% de los jóvenes considera que es un instrumento útil para su formación integral, el 9.90% que es sólo un cumplimiento administrativo de orientaciones superiores, el 16.83% lo percibe como útil en su concepción pero con dificultades durante su confección, aplicación y control.
El 54.34% de los profesores percibe que el proyecto educativo es un instrumento útil para la formación integral de los estudiantes, el 39.13% que es útil en su concepción, pero que se aplica superficialmente y un 6.52% manifiesta constituir un cumplimiento administrativo de orientaciones superiores.
Al evaluar la participación de los profesores en el proceso formativo a través del proyecto educativo, según la opinión de los estudiantes se obtuvo que el 40.31% refiere conocer su profesor guía, un 56.54% refiere no conocerlo y de los que lo conocen el 74.29% señalan que participan “siempre- casi siempre” en la elaboración, ejecución y control del proyecto educativo en su brigada, un 11.43% responde que “pocas veces-nunca” y un 14.29% no sabe.

DISCUSIÓN

Los datos referidos a la presencia de los valores propios de la Medicina centrados en la Medicina General Integral en los programas de las asignaturas y el trabajo metodológico, reflejan la insuficiente prioridad que se le otorga a este tema, teniendo en cuenta la importancia estratégica de este aspecto de la formación y el énfasis que actualmente se pone a la necesidad de capacitar a los profesores para contribuir al desarrollo de valores en los estudiantes.(3) La opinión de los docentes es, que en los objetivos educativos de sus asignaturas se formulan elementos de formación de valores, pero no constituye un aspecto de trabajo metodológico frecuente en sus reuniones y no se refleja en el proceso docente a través de su perfeccionamiento o la capacitación de los profesores, es decir, que si bien están declaradas estas intenciones, no se trabaja realmente por su instrumentación, destacándose especialmente esta insuficiencia en el proceso que se desarrolla en los hospitales docentes . La formación de valores en los jóvenes solamente ocurre cuando se somete a un sistema de influencias pluridimensional, intencional e integrado que garantiza la formación y el desarrollo de la personalidad, donde el papel del profesor con su ejemplo, el lenguaje extraverbal de sus gestos y actitudes, lo convierten en el paradigma que el educando reconocería como modelo.( 4)
A pesar de los esfuerzos realizados en virtud de interiorizar en los estudiantes la M.G .I. con amplia base social, como la idea rectora del proceso docente-educativo, no se ha logrado obtener un egresado prácticamente impregnado de ésta concepción, por lo que en opinión del autor, el incremento cuantitativo de las asignaturas y horas lectivas en la atención primaria no ha funcionado como elemento formador en la personalidad y en los valores profesionales del médico cubano; la profesionalización del último año de la carrera en la atención primaria, puede convertirse en un elemento que contribuya a esa intención.
La solución verdadera para esta contradicción está centrada fundamentalmente en el desarrollo del proceso docente-educativo, en los escenarios de la atención primaria.
La disciplina principal integradora, constituye el hilo conductor principal del proceso de formación, ella asume la principal responsabilidad en el logro, por los estudiantes, de los modos de actuar que caracterizan la profesión, y en consecuencia, es la disciplina que en mejores condiciones se encuentra para formar en los estudiantes los valores que caracterizan a ese profesional, toda vez que en ella el estudiante se desempeña como tal en la solución de los problemas inherentes a su actividad (5).
Se evidencia en las respuestas de estudiantes y profesores que no existe una comprensión clara, de cómo la M.G .I. se contrapone “al desarrollo científico-tecnológico irracional, que ha puesto a los profesionales de la salud ante un dilema entre tecnología y valores; no suficientemente estudiado y necesitado de un abordaje metodológico, con el propósito de generar una ética de la sustentabilidad” 6).
Los estudiantes reconocen varios factores que lesionan su estimación por el trabajo en las instituciones de la A.P .S.; los principales son: la menor atención por parte del médico de la familia al trabajo de promoción y prevención que al de recuperación; la insuficiente calidad del trabajo de terreno, que frecuentemente se limita a la atención de enfermos, niños y embarazadas y la pobre utilización del análisis de la situación de salud, como base de las acciones médicas.
Evidentemente el trabajo pedagógico hará mayor su contribución, en la medida que asegure que la educación en el trabajo sea un proceso consciente, dirigido a lograr los objetivos instructivos y educativos previstos en el modelo del profesional, que respalda el plan de estudio, en respuesta al encargo social y no un producto colateral de la actividad asistencial.
La opinión de los docentes especialmente en las ciencias básicas y los hospitales sobre la importancia de la M.G .I., como núcleo formador del perfil profesional del médico deseado, nos muestra que constituye una debilidad para el logro de la misión, implícita en la línea estratégica diseñada.
“El profesor como portador de la experiencia y valores de la sociedad, se erige como modelo, cuya acción sobre el desarrollo de la personalidad del estudiante puede ser muy eficaz, en la medida en que tiene la posibilidad de dirigir científicamente este proceso con métodos educativos. Uno de los problemas que se afronta hoy día y que atenta contra la formación moral, es el de la discrepancia entre el discurso de los maestros y su actuación, entre intenciones y logros, entre el ideal y la cotidianidad, fenómeno que en gran medida es consecuencia de la falta de herramientas psicológicas y pedagógicas, que caracteriza a nuestros maestros”( 7).
En Cuba, cuyo programa integral de formación de médicos tiene resultados ostensibles, se han identificado algunos problemas, que afectan la orientación profesional de los educandos, la mayoría son de carácter subjetivo, solucionables mediante el perfeccionamiento del proceso docente-educativo, en un contexto de integración docente-asistencial favorable, con independencia de la posible existencia de otros factores o variables influyentes.( 8) En opinión del autor el adecuado ejercicio de la profesión, el trabajo pedagógico dirigido a garantizar la correspondencia entre las actividades de educación en el trabajo y los objetivos del modelo profesional contenido en el plan de estudio, así como la superación profesoral, orientada a lograr una mejor comprensión de la medicina familiar, son parte esencial de ese perfeccionamiento del proceso docente-educativo.
Sería erróneo pretender que un fenómeno social tan complejo tenga una solución lineal, simple y unilateral. Se da por sentado que lograr en los estudiantes y en los médicos de familia una comprensión cabal del papel que les corresponde, requiere de un tratamiento integral. Sin pretender hacer una simplificación reduccionista, es posible hacer referencia a algunas deficiencias inherentes al proceso docente-educativo, resultado de la observación participante de este autor en la práctica médica y que se sistematizan en este estudio:

•  Insuficiente interiorización por algunos profesores de un modelo del egresado de M.G.I.B.
•  No se ha consolidado la vinculación entre las áreas básicas-clínicas y la atención primaria, dirigido a los principales problemas de salud y hacia el pensamiento médico centrado en la promoción y prevención, con el individuo sano.
•  En la atención secundaria (hospitales docentes), los profesores centran la formación en su experiencia y capacitación como especialistas.
•  Pobre interrelación entre los niveles primarios y secundarios del sistema, que influyen negativamente en la asistencia y en la docencia.
•  El proceso docente educativo en la atención primaria es débil, por la capacitación de su claustro y la resolutividad de la atención médica que se brinda, lo que lesiona la estimación del estudiante para el trabajo en estas áreas.

Algunas investigaciones demuestran que “una motivación profesional sustentada en sólidos intereses profesionales, puede actuar como elemento rector en el desarrollo de la profesionalidad del estudiante universitario y en particular en el desarrollo de valores morales y culturales asociados a la actuación profesional”( 8).
Predominaron los estudiantes que prefieren a su egreso desempeñarse en otra especialidad médica que no sea el médico de familia, lo que ilustra la disociación entre la dimensión cognoscitiva y la afectivo-conductual.
Los profesores conocen que los procedimientos didácticos para la formación de valores son diferentes a los utilizados para conocimientos y habilidades, se precisó que esta preparación es superior en el área de ciencias básicas.
La mayoría de los docentes reconocen que existen potencialidades en sus asignaturas para el trabajo educativo desde lo curricular.
Predominó la opinión estudiantil que su formación en escenarios de la A.P .S. contribuye a su competencia profesional, y los profesores coincidieron que la profesionalización del internado en la A.P .S. beneficia la calidad del egresado.
El proyecto educativo es poco conocido por los estudiantes y este desconocimiento se incrementa proporcionalmente al avance en la carrera; profesores y estudiantes lo consideran útil para el proceso educativo, pero con deficiencias en su instrumentación. La mayoría de los estudiantes no conocen su profesor guía y opinan que sus profesores no participan suficientemente en las actividades extracurriculares.

CONCLUSIONES

•  Existen documentos curriculares que, constituyen guía para el desarrollo del proceso docente educativo, pero no constituyen un producto acabado, por lo que se requiere en el proceso de ejecución un análisis y valoración crítico que favorezca los ajustes correspondientes al entorno.
La valoración sobre la Medicina General Integral como disciplina rectora en estudiantes y profesores es positiva, sin embargo, se observa en el estudio realizado que no es la motivación profesional fundamental elegida por los estudiantes.
Estas contradicciones permiten valorar que el proceso docente no tiende a dirigirse en su acción educativa con la coherencia y sistematicidad necesaria, para que su influencia en la formación de los estudiantes trascienda el plano formal y contribuya a la interiorización de la Medicina General Integral como disciplina integradora y estrategia adecuada para la solución de los problemas de salud del mundo actual.

•  Se constata que el proyecto educativo integral en la opinión de estudiantes y profesores, aún cuando lo consideran un instrumento valioso para el trabajo educativo, significan que es poco útil en su diseño y ejecución en la Facultad de Ciencias Médicas de Matanzas.

•  La tendencia irregular y decreciente en los resultados analizados en las diferentes tareas y subtareas, tales como: contribución de la educación en el trabajo en la Atención Primaria para la formación del médico; importancia de la M.G .I. como especialidad médica; grado de sensibilidad que aporta el tránsito por la carrera con la Medicina General Integral Básica; conocimiento de la M.G .I. como ciencia médico social y contribución del proyecto educativo como instrumento institucional para la formación humanística, permite inferir por las valoraciones de estudiantes y profesores de la Facultad de Ciencias Médicas de Matanzas que el proceso docente contribuye limitadamente al desarrollo de la Medicina General Integral como disciplina rectora y por lo tanto como parte de la educación ético-profesional en los educandos.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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SUMMARY

The investigation offers the results of a descriptive study on the influence of the educational teaching process in the effciency formation,centered in Integral General Medicine as main discipline in Matanzas Medical Science Faculty according to the principal actor assessme nt of the educational process:student and professors.It was supported by the analysis of the main curriculum documents in the career and in the opinions that professors and students have on Integral Generla Medicine for which valoration was obtained from 192 students and 62 professors of different career years. Reference is made on the presence of Integral General Medicine as integrator nucleus in the Cuban physician formation,in the teaching process normative documents and in the methodological activities.It sets up the need of information to the students,of Integral General Medicine its way through the career in order to obtain a true formation,and an inclination twords the Primary Health Assitance.The results allowed us to draw the conclusion that a limited contribution of the teaching process towards the achievement of the Integral General Medicine exists as the discipline that leads the career investigative-assistnce -teaching process,which it is associated to an insufficient ethical professional formation.Recommmendations are given due to the importance of this aspect for the dismissed patient quality in order to attains an excellent health system.

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