HOSPITAL DOCENTE PROVINCIAL
GINECOBSTÉTRICO. “JULIO R. ALFONSO MEDINA”.
Desórdenes funcionales del endometrio. Parte II.
Functional disorders of endometrium. Part Two.
AUTOR
Dr. David García Marqués. (1)
(1) Especialista de 2do Grado en Anatomía Patológica.
Profesor Asistente de la FCMM.
RESUMEN
A pesar de la frecuencia con la que mujeres en plena etapa reproductiva acuden a consulta aquejadas de infertilidad, sangrado vaginal anormal o ambos, y del elevado número de casos cuyo trastorno de base es un desorden endometrial funcional, tanto ginecólogos como patólogos tienden a desinteresarse en el estudio de este grupo de fenómenos que requieren para su comprensión de conocimientos elementales de la fisiopatología del aparato genital femenino, especialmente del ciclo menstrual y las interrelaciones hormonales entre endometrio, ovario y el eje hipotálamo-hipofisario. Es por ello que decidimos hacer esta revisión en la que se proponen conceptos, definiciones y una clasificación práctica de estos desórdenes con el propósito de orientar y estimular a aquellos encargados de diagnosticarlos y tratarlos, enfatizando que la clave del éxito estriba en la estrecha relación entre clínicos y patólogos.
DESCRIPTORES(DeCS):
ENDOMETRIO/ fisiopatología
DISTURBIOS DE LA MENSTRUACIÓN /diagnóstico
FEMENINO
ADULTO
INTRODUCCIÓN.
En esta segunda parte del trabajo expondremos la clasificación que proponemos para estos trastornos así como las características histopatológicas de cada uno de los mismos.
CLASIFICACIÒN E HISTOPATOLOGÌA
Algunos autores,
al tratar los trastornos funcionales del endometrio se limitan a describir
una serie de entidades a manera de una lista sin relaciones o asociaciones
etiológicas o fisiopatológicas (1,2), otros suelen dividirlos
en ovulatorios y anovulatrios (3,6) o en grupos dependiendo de una base
etiológica determinada (7,9). Personalmente prefiero la clasificación
de estos trastornos de acuerdo a las fases del ciclo menstrual pues
considero que para los patólogos puede resultar más útil
desde los puntos de vista práctico y didáctico. De esta
manera he tomado como modelo la clasificación empleada por Márquez
Ramírez (3) para proponer la siguiente:
Alteraciones de la fase proliferativa
Endometrio inactivo \ atrofia
Endometrio débilmente proliferativo
Endometrio proliferativo desordenado
Hiperplasia endometrial sin atipia
Alteraciones de la etapa secretora
Fase lútea insuficiente
a) Retardo coordinado del desarrollo endometrial
b) Asincronía glándulo-estromal
c) Maduración irregular del endometrio
Alteraciones de la fase menstrual
Descamación irregular del endometrio
Endometrio inactivo (en reposo)
Es el resultado de una estimulación endometrial insuficiente
por deficiencias hipotálamo-hipofisarias u ováricas.
Los especímenes son generalmente escasos y fragmentados. Histológicamente
se aprecian glándulas con contorno tubular simple de escaso diámetro,
revestidas por una capa única de células columnares con
núcleos ovales de cromatina condensada sin nucleolo evidente.
El estroma está compuesto por células pequeñas
densamente empacadas muchas de las cuales tienen aspecto alargado. Las
figuras mitóticas en glándulas y estroma están
ausentes o extremadamente dispersas (Fig. No. 2).
Figura No. 2
Las pacientes usualmente
se presentan con amenorrea u oligomenorrea, siendo la infertilidad el
motivo más frecuente de consulta.
Obviamente, si la carencia de estimulación continúa por
un apreciable período de tiempo el endometrio se tornara atrófico
e indistinguible del visto después de la menopausia. (5-8)
Endometrio débilmente proliferativo (proliferación insuficiente)
Obedece a las mismas causas y presenta manifestaciones clínicas
semejantes a las del endometrio inactivo. Posee características
histológicas intermedias entre las de un endometrio en reposo
y las de un endometrio proliferativo normal.
Las glándulas siguen siendo tubos estrechos revestidos por un
epitelio columnar simple o estratificado. Los núcleos son prolongados,
de cromatina densa y se observan figuras mitóticas escasas espaciadas.
El estroma, que es densamente celular con pequeñas células
poliédricas o fusiformes, de escaso citoplasma y núcleo
oval con cromatina densa, ayuda a diferenciar al endometrio débilmente
proliferativo del de la fase proliferativa inicial normal cuyo estroma
recuerda al tejido de granulación con células fusiformes
y una matriz laxa basófila. (9) (Fig. No.3).
Figura No.3
Endometrio proliferativo desordenado (proliferación irregular)
El endometrio proliferativo
desordenado es un endometrio histológicamente anormal que responde
fisiológicamente de forma apropiada a un estímulo estrogénico
prolongado y sin oposición progestágena como el que puede
observarse en la producción estrogénica excesiva por un
folículo persistente, en el síndrome del ovario poliquístico,
en la hiperplasia estromal ovárica y otros tumores del ovario.
También se ha sugerido una posible ausencia de receptores endometriales
para la progesterona. Las pacientes usualmente acuden a consulta por
infertilidad o sangrado anormal generalmente en forma de polimenorrea.
Las glándulas tubulares van desde rectas a tortuosas, algunas
con bifurcaciones y evaginaciones, la mayoría muestra un diámetro
estrecho mientras que algunas están dilatadas. El epitelio de
revestimiento glandular es estratificado con abundancia de figuras mitóticas.
Los núcleos son elípticos y regulares. El estroma es denso
compuesto por células pequeñas, poligonales o fusiformes
con núcleos ovales que recuerdan a los de la fase proliferativa
(Fig. No 4). Con frecuencia se observan signos de descamación
no menstrual y fragmentación glándulo-estromal.
Figura No.4
Como la proliferación
desordenada colinda con la hiperplasia simple, la diferenciación
entre ambas puede ser difícil aunque probablemente ésta
carezca de significado práctico al tener ambas lesiones una probabilidad
muy remota de evolucionar al cáncer y pueden ser tratadas de
la misma manera, sin embargo en la mayoría de los casos la distinción
no es difícil. La proliferación desordenada se caracteriza
por una mezcla de glándulas normales con otras arquitecturalmente
anómalas, en contraste, las glándulas en la hiperplasia
son uniformemente anómalas y el volumen endometrial es mayor.
La hiperplasia focal comparte con la proliferación desordenada
la presencia de glándulas normales y anormales pero en la primera
estas están separadas o en focos en vez de entremezcladas.
Debe hacerse también diagnóstico diferencial con los pólipos
endometriales cuyas glándulas pueden mostrar ligeras anomalías
arquitecturales pero su estroma es usualmente fibroso, con vasos sanguíneos
de paredes gruesas. (7, 8)
Hiperplasia endometrial
La inclusión de las hiperplasias dentro de los trastornos funcionales
es como hemos mencionado controversial, al encontrarse en la frontera
entre las entidades que tienen su origen en un desequilibrio hormonal
y otras como el carcinoma que, pudiendo tener un origen similar se tornan
lesiones primarias autónomas lo que las excluye de esta categoría.
A nuestro entender, los numerosos estudios realizados en los últimos
años sobre la carcinogénesis endometrial pudieran ayudar
a resolver este dilema. Diversas alteraciones moleculares como mutaciones
en PTEN, ras y la expansión clonal parecen intervenir en la transformación
de una hiperplasia no atípica en atípica la cual a su
vez comparte todas estas alteraciones con el carcinoma endometrioide
de quien se considera precursor.Estudios sobre la clonalidad han demostrado
que la hiperplasia atípica es una lesión clonal y cuando
está asociada a carcinoma ambos derivan del mismo clon. El endometrio
normal y otros tipos de hiperplasia endometrial no se muestran como
clonales por lo que si se considera la clonalidad como un prueba de
neoplasia, entonces la hiperplasia atípica pudiera ser vista
como una forma de neoplasia no invasiva. (10)
Basados en estas evidencias proponemos incluir las hiperplasias sin
atipia dentro del grupo de las alteraciones funcionales de la fase proliferativa
y excluir de esta categoría a la hiperplasia atípica.
La hiperplasia endometrial es una respuesta proliferativa a la estimulación
estrogénica. Esta proliferación es anormal y se identifica
por cambios en la arquitectura glandular comparada con la fase proliferativa
normal. La atipia nuclear puede o no estar sobreañadida al patrón
estructural anormal. Puede definirse como una proliferación de
glándulas de tamaño y formas irregulares con un incremento
en la proporción glándula / estroma comparada con el endometrio
proliferativo. El proceso es difuso pero no necesariamente afecta todo
el endometrio.
Las pacientes acuden al médico generalmente aquejadas de sangrado
vaginal anormal y excesivo en forma de polimenorrea y también
para ser atendidas por la incapacidad de concebir.
De forma general la histología muestra un aumento de la proporción
glándulas / estroma así como variación del tamaño
y forma glandular.
Los grados menores de hiperplasia se caracterizan por dilatación
glandular y evaginaciones saculares del epitelio glandular hacia el
estroma. En los grados mayores las glándulas se hacen complejas
y ramificadas con contornos irregulares e invaginaciones o pliegues
hacia las luces. Además las glándulas se aglutinan disminuyendo
considerablemente el estroma entre ellas (back-to-back).
La característica más importante a evaluar es la presencia
o ausencia de atipia nuclear. Cuando no hay atipia, los núcleos
están orientados basalmente, tienen contornos lisos y uniformes,
su forma es oval y el aspecto general es similar a los de las glándulas
proliferativas normales.
Las células con atipia nuclear son estratificadas y muestran
pérdida de la polaridad así como un incremento de la proporción
núcleo / citoplasma. Los núcleos están agrandados,
de tamaño y forma irregulares, hipercromáticos, con la
cromatina en gránulos toscos, una membrana nuclear gruesa y nucleolo
prominente. Su forma tiende a ser redondeada comparada con el núcleo
oval de la fase proliferativa y de la hiperplasia sin atipia. Con frecuencia
tienen una apariencia clara o vesiculosa con condensación de
la cromatina alrededor de la membrana nuclear.
La atipia nuclear es variable tanto cualitativa como cuantitativamente.
No todas las glándulas contienen células atípicas
y en una glándula individual pueden haber células atípicas
y no atípicas. Si la atipia es escasa en células aisladas
debe ignorarse, pero si es evidente sin una búsqueda diligente
debe hacerse el diagnóstico de hiperplasia atípica. La
gradación de la atipia en ligera, moderada y severa es subjetiva
y no reproducible.
El aumento en el grado de complejidad y aglutinamiento glandular parece
aumentar la posibilidad de malignización pero no tanto como la
atipia citológica. La clasificación descrita anteriormente
toma en cuenta tanto las anomalías citológicas como arquitecturales.
Hiperplasia Simple: Su apariencia histológica es la de un endometrio
que está aumentado en volumen y cualitativamente diferente de
un endometrio cíclico normal. Tanto las glándulas como
el estroma participan en el proceso por lo que las glándulas
no están particularmente aglutinadas, son por lo general uniformemente
redondeadas pero pueden mostrar marcada variación en su forma
y muchas presentan dilatación quística. En otros casos
las glándulas están sólo escasamente dilatadas
y focalmente aglutinadas. El epitelio que las reviste es seudoestratificado
a escasamente estratificado, con células columnares, mitosis
ocasionales y por definición carece de atipia nuclear. Ocasionalmente
las glándulas pueden mostrar evaginaciones saculares.
El estroma es también reactivo, uniformemente celular, puede
presentar mitosis y contiene vasos sanguíneos pequeños
regularmente distribuidos que recuerdan las arteriolas espirales vistas
en el endometrio secretor tardío o los vistos en los tumores
del estroma endometrial de bajo grado (Fig. 5) .
Figura No.5
Hiperplasia Compleja:
Se distingue de la hiperplasia simple por un mayor grado de proliferación
glandular, con acentuada aglomeración de las glándulas
que reduce marcadamente el estroma interglandular el cual puede estar
sólo representado por pocas células aunque por definición
siempre se ven algunas células estromales normales. Usualmente
hay una gran variación en el tamaño y forma de las glándulas,
muchas de las cuales presentan evaginaciones saculares y brotes laterales
así como pliegues intraluminales (Fig. 6).
Figura No.6
La estratificación
epitelial y la actividad mitótica generalmente se corresponden
con el grado de complejidad arquitectural aunque pueden ser discordantes.
La estratificación epitelial promedia entre dos y cuatro capas
de células aunque algunas glándulas presentan poca o ninguna
estratificación. La actividad mitótica es variable aunque
por lo general no es muy abundante ( menos de 5 mitosis por 10 HPF).
No hay atipia celular. (11-13)
Fase lútea Insuficiente
Usualmente las pacientes se presentan por infertilidad, abortos a repetición
o sangrado anormal frecuentemente a mitad del ciclo.
Se describen tres patrones histológicos que sugieren el diagnóstico
de fase lútea insuficiente:
a) Retardo coordinado del desarrollo endometrial: Por las razones expuestas
más arriba, una biopsia que exhibe un retardo coordinado del
desarrollo endometrial comparado con la fecha cronológica del
ciclo usualmente brinda sólo una evidencia débil de DFL.
Microscópicamente el espécimen puede ser perfectamente
compatible con cualquier etapa de la fase secretora y muestra una maduración
coordinada de glándulas y estroma. El patólogo debe brindar
un diagnóstico descriptivo de una fase secretora normal independientemente
de la FUR. La fuente del diagnóstico de Fase Lútea Insuficiente
en estos pacientes está en la buena correlación clínico-patológica.
La fecha cronológica del ciclo debe ser óptimamente establecida
preferentemente por detección ultrasonográfica de la ovulación
o al menos por la determinación sérica de la oleada de
LH más que por la fecha del último período o la
del próximo o por la inspección de la curva de la temperatura
basal corporal. Mientras mayor sea la diferencia entre la fecha histológica
y una fecha cronológica bien determinada, mayor será la
probabilidad de identificar un estado disfuncional. Se recomienda que
esta diferencia sea al menos de tres días y que este resultado
se mantenga en dos o más ciclos. (8)
b) Asincronía glándulo-estromal: Puede ser definida como
una disparidad en la maduración de las glándulas comparada
con la del estroma debiendo existir una diferencia entre ambos de al
menos dos días. Usualmente es el estroma el que se encuentra
en un estado más avanzado de maduración por lo que uno
puede identificar por ejemplo glándulas con vacuolas subnucleares
propias del día 17 del ciclo en un estroma que contiene arteriolas
espirales bien desarrolladas como se observa en el día 23 (Fig.
7). La presencia de edema estromal es un indicador por sí sólo
poco confiable de maduración del estroma ya que puede ser un
artefacto por lo que no debe usarse para el diagnóstico de este
trastorno. La biopsia con una asincronía glándulo-estromal
puede ser designada histopatológicamente como tal independientemente
de la fecha cronológica. (9)
Figura No.8
c) Maduración
irregular del endometrio: Se reconoce por la presencia de fragmentos
de endometrio en los que se observa una maduración sincrónica
normal pero las fechas histológicas entre diferentes áreas
o fragmentos difiere en al menos dos días(Fig.8). La maduración
del endometrio secretor normal es lo suficientemente uniforme para que
no se identifique una discrepancia de dos días en diferentes
porciones del fundus. La maduración irregular es un patrón
de fase lútea deficiente extremadamente inusual y se debe ser
cuidadoso en no confundir fragmentos del endometrio ístmico o
de la capa basal con áreas de maduración retardada. Los
pólipos pueden ser también fuente de confusión.
El endometrio ístmico es reconocido por la mezcla ocasional de
glándulas de aspecto endocervical y un estroma menos celular
de aspecto fibroso. La capa basal tiene una apariencia prácticamente
invariable con glándulas de epitelio débilmente estratificado,
con células hipercromáticas, ausencia de secreción
intracitoplasmática y un estroma densamente celular. Los pólipos
por su parte muestran típicamente glándulas proliferantes
en un estroma densamente fibroso con vasos sanguíneos de mediano
calibre de paredes engrosadas.
En ocasiones la biopsia endometrial tomada por sospecha de fase lútea
insuficiente muestra una maduración sincrónica de glándulas
y estroma que histológicamente compagina con la fecha cronológica
pero los cambios parecen débilmente desarrollados. Las glándulas
pueden mostrar un diámetro estrecho, carecer de aspecto aserrado
y tener escasa secreción luminal en la fase intermedia. El significado
funcional de estos hallazgos es incierto pero merece al menos que sea
descrito y comentado en el reporte anatomopatológico. (8)
DESCAMACIÓN IRREGULAR DEL ENDOMETRIO
Es una entidad
clínico-patológica caracterizada por un flujo menstrual
profuso y prolongado (menorragia) acompañado en la biopsia de
una mezcla de áreas endometriales secretoras, otras en disociación
menstrual y zonas regenerativas.
Las pacientes típicamente se encuentran en su edad reproductiva
media y muestran una fertilidad normal. El flujo menstrual puede comenzar
en el momento adecuado o antes o después de lo esperado pero
por definición continúa por más de cinco días.
El sangrado anormal puede limitarse a un solo episodio o repetirse en
cada ciclo. La patogénesis está relacionada con alguna
forma de sangrado por exceso de progesterona generalmente producida
por un cuerpo lúteo que no involuciona o lo hace lentamente al
final del ciclo menstrual. Es importante que la biopsia sea tomada cuando
el sangrado está bien establecido, aproximadamente en su quinto
día.
El endometrio muestra las características de descamación
menstrual sobre impuestas a una estimulación progestágena
mantenida dando una apariencia histológica que puede ser difícil
de interpretar. El estroma muestra áreas de transformación
predecidual con numerosos granulocitos mientras que en otras se puede
observar la hemorragia y fragmentación propias de la menstruación.
Las arteriolas espirales pueden ser prominentes. Muchas glándulas
por su parte pueden mostrar actividad secretora pero la característica
más llamativa de este trastorno es la presencia de glándulas
de aspecto estrellado con luces estrechas debido al encogimiento del
estroma circundante. (Fig. 9)
Figura No.9
En algunos sitios
puede verse el fenómeno de Arias-Stella sobre todo en casos consecutivos
a un evento gestacional. Con cierta frecuencia pueden observarse zonas
de endometrio en regeneración que recuerdan a la etapa proliferativa
temprana.
Esta bizarra combinación de apariencias es la que debe alertar
al patólogo sobre la posibilidad de una descamación irregular
del endometrio. (6, 8, 14, 15)
En el momento en que este trastorno fue descrito, se consideró
un problema frecuente que causaba aproximadamente del 10 al 17% de los
casos de sangrado uterino disfuncional. Se describió en el primer
ciclo ovulatorio posterior a un embarazo intra o extrauterino, mola
hidatidiforme o aborto, también relacionado a poliovulación
espontánea o con terapia anticonceptiva o progestágena.
En la actualidad, sin embargo ocupa un lugar limitado en el campo de
la ginecopatología, es un diagnóstico que requiere una
historia específica de sangrado menstrual por más de cinco
días y probablemente esté restringido a ese evento bastante
raro de un cuerpo lúteo aberrante con función persistente.
Posiblemente la mayoría de los casos de descamación irregular
en la etapa reproductiva se deban a los llamados abortos menstruales
(14-16). Aproximadamente del 50 al 60% de los huevos fecundados son
abortados en el ciclo de la fecundación pudiendo quedar algunas
células trofoblásticas implantadas en la pared uterina
las cuales producen ciertas cantidades de gonadotropinas coriónicas
(hCG) que mantienen la actividad del cuerpo lúteo más
allá de su duración normal. En las mujeres peri climatéricas
el fenómeno pudiera estar en relación con tratamientos
hormonales mal llevados. Obviamente se necesitan nuevos estudios con
el propósito de aclarar aún más la patogenia de
esta condición.(17-21)
CONSIDERACIONES FINALES
- Los desórdenes funcionales del endometrio, expresándose ya sean como infertilidad, sangrado anormal o ambos se presentan aproximadamente en el 15-20% de las mujeres en edad fértil.
- El diagnóstico de los mismos es siempre de exclusión después de haberse descartado todas las demás causas que pueden también provocar estas anomalías. Debe evitarse aplicar el diagnóstico de trastorno disfuncional sin antes haber realizado una investigación exhaustiva de la paciente.
- Es de vital importancia la estrecha colaboración entre ginecólogos y patólogos en la valoración de cada caso.
- En muchas ocasiones existe poca correlación entre la sintomatología y la morfología endometrial y que el mismo cuadro histológico puede ser consecutivo a un trastorno no funcional lo que enfatiza la importancia de los antecedentes clínicos.
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Silverberg SG. Problems in the differential diagnosis of endometrial hyperplasia and carcinoma. (Comunicación personal); 2000.
SUMMARY
Over 20% of women
in their reproductive years seek for medical attention complaining of
infertility or abnormal vaginal bleeding. Most of the causes of these
disturbances are of dysfunctional character, however, frequently both
clinicians and pathologists feel uncomfortable approaching these disorders
since an understanding of the normal histology and physiology of the
endometrium is needed to diagnose and treat them. In this article a
point of view of how to face this common problem as well as definitions,
a classification and clinical and pathological features of these entities
are given.
It is also stressed the idea of a close relationship between the clinician
and the pathologist as the key for a good diagnosis.
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