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Inicio > Vol. 26, No. 2 (2004) > Sosa Díaz

CENTRO PROVINCIAL DE HIGIENE Y EPIDEMIOLOGÍA
La calidad y el médico del nuevo milenio.
The quality and the physician in the new millennium.

AUTORES:

Dra. Regina Yamilet Sosa Díaz, MSc(1).
Dra. Patricia Jiménez López, MSc(2).

(1)Especialista de 2do Grado en Microbiología. Profesora Asistente.
(2)Departamento de Gestión de Proyectos Aplicados a la Salud Pública. Escuela Nacional de Salud Pública.

RESUMEN

Se señalan los retos que se imponen a la Educación y en especial a la Educación Médica Superior en el mundo contemporáneo y se indica la influencia de los procesos globalizadores sobre las entidades de salud. Se analiza la calidad y excelencia académicas de los recursos humanos como pilar indispensable para prestar óptimos servicios y satisfacer las necesidades de la población. Se mencionan algunas variables que influyen en la calidad del profesional de la salud y se hace especial alusión a la investigación científica, la superación profesional, la acreditación y los créditos académicos. Se precisan las cualidades que debe reunir el médico del nuevo milenio para enfrentar la explosión científico-técnica de estos tiempos.

DECRIPTORES(DeCS):

EDUCACIÓN MÉDICA
EDUCACIÓN MÉDICA/historia
GARANTÍA DE LA CALIDAD DE ATENCIÓN DE SALUD
GLOBALIZACIÓN/educación

 

INTRODUCCIÓN

Casi desde el principio, cuando en la atmósfera terrestre se respiraba un aire tal vez puro o se escuchaba el sonido de alguna criatura hoy extinta y el hombre comenzaba a dejar sus torpes huellas sobre el suelo, la educación nacía. Este recién nacido engendro de la comunicación primitiva y de la interacción del hombre con su medio fue ganando fuerzas en tanto que este último se desarrollaba. Así, se fueron sucediendo cambios cualitativos en la evolución de la educación a medida que se imponía un nuevo modo de producción. De esta forma la educación ha dado pasos agigantados, sobre todo en el mundo contemporáneo, donde cada vez las exigencias de conocimientos son mayores, la Educación Médica Superior no está al margen de este proceso cronológico.
Uno de los fenómenos más característicos de esta época es la globalización neoliberal, que está generando profundos cambios en el ámbito más amplio de la organización social. La lucha por la defensa de las identidades culturales de nuestros países, naciones, etnias, de querer ser lo que somos y no lo que otros quieren que seamos, toma a veces formas de agresión violenta, que según Jacques Hallack “se podrían llamar de esquizofrenia social y sentimientos de soledad y tristeza individual, en un mundo más antagónico, más injusto y más dividido”. (1- 3)
Uno de los elementos claves para reinsertarse favorablemente en una economía mundial abierta radica en elevar la calidad de los sistemas educativos y la preparación de los recursos humanos de alto nivel. (3, 4)
Durante la celebración del 50 Aniversario de la Unión Latinoamericana de Universidades (UDUAL), se comentaron algunos rasgos que caracterizan los escenarios económicos y sociales de la Universidad en nuestra región, así se planteaba por ejemplo que: América Latina y el Caribe ocupan el 15.2% de la superficie terrestre del planeta y el 8.4% de la población total (5); más de 1000 millones de habitantes en el mundo viven en la pobreza, de ellos 250 millones son latinoamericanos y caribeños (6); somos la región con la más injusta distribución de las riquezas en el mundo. El ingreso del 20% de la población más rica supera de 10 a 15 veces el del 20% de la población más pobre (7); el número total estimado de analfabetos adultos es de 887 millones, de ellos 43 millones pertenecen a nuestra región. (5)
La existencia y estabilidad de las entidades de Educación Superior están amenazadas, ante toda esta crisis social en que se ven inmersos los pueblos subdesarrollados. El desafío que hoy se abre es el de una universidad que busque la creatividad y flexibilidad curricular, junto con su avance en la producción intelectual y científica de aplicación, tanto en la creación de conocimientos, como en la producción y los servicios. (3-7)
La Educación Médica es un proceso de formación cultural, moral y ética que se interrelaciona e imbrica con la ideología, la ciencia, el arte y las tecnologías médicas de la sociedad en que se desarrolla. De ahí que se defina el criterio de calidad educacional en términos de pertinencia social, calidad curricular y buen desempeño profesional. (8)
La calidad académica no es una abstracción, sino un referente social e institucional y sus resultados tienen que ser analizados, no solo en términos cognoscitivos y conductuales, sino en cuanto a la producción intelectual, científica y en como dan respuestas las universidades a las necesidades del encargo social. A la calidad debe definírsele en términos de una labor educativa. (8-11)
Además de la calidad, la viabilidad, la equidad y la excelencia son los desafíos más importantes a los que se enfrenta la universidad en nuestros tiempos. (10,11)
El concepto de calidad debe incluir la formación del profesional, la educación postgraduada, la investigación científica y tecnológica, la extensión universitaria, así como la evaluación y acreditación de las instituciones. (10-12)
La actual revolución científico-técnica ha traído consigo que los conocimientos se hagan rápidamente obsoletos, lo que determina la necesidad de complementar la formación básica con los estudios de postgrado que permitan al profesional mantener un elevado nivel de competencia, logrando la renovación y actualización de los conocimientos y habilidades necesarias para un correcto desempeño. (13-15)
Es inconcebible que se pueda obtener un profesional de excelencia si este no se empeña en la adquisición y perfeccionamiento continuo de sus conocimientos. La educación y formación profesional independientemente de su duración no garantizan un ejercicio profesional idóneo indefinidamente. (3,13-15
La investigación es considerada un componente esencial de la calidad en salud. Las investigaciones científicas son necesarias para el centro docente, ya que estos favorecen el desarrollo científico de los profesores, amplían su horizonte intelectual y le permiten mantenerse a un nivel científico actualizado. (3,13-15)
Además de la investigación científica y la superación profesional, la acreditación de las instituciones y unidades docentes, la evaluación de la competencia y el desempeño profesionales, así como el sistema de créditos académicos, inciden sobre la calidad de los Centros de Educación Médica Superior. (16)
La acreditación docente de las instituciones y unidades de la producción y los servicios donde se desarrollan los procesos educacionales, es a su vez un proceso evaluativo del cumplimiento de los indicadores de calidad, que permite certificar públicamente que una institución posee los requerimientos mínimos establecidos para desarrollar con eficiencia un proceso de formación académica y la superación profesional. (16,20)
Se debe ver a la acreditación docente con un fin de búsqueda de la excelencia académica. La acreditación docente no tiene como objetivo sancionar ni retirarle la acreditación a ninguna institución académica o de los servicios de salud. (16,20)
Los créditos académicos son la unidad de medida que expresa el grado de extensión y profundidad de los contenidos en un programa de educación de postgrado, así como los resultados alcanzados en el desarrollo y producción intelectual y científica de los profesionales durante su desempeño en el Sistema Nacional de Salud. (16,20)
Por medio de los créditos académicos se puede evaluar al profesional en un intervalo de tiempo dado, dan una panorámica del nivel de profundidad y actualización científica de los conocimientos y habilidades del mismo, así como de su desempeño docente, asistencial, investigativo y gerencial en la institución docente o asistencial a la que pertenece. (16, 20)
El nivel de competencia de los trabajadores es uno de los factores que determina la calidad de un servicio de salud. Para lograr un óptimo nivel de competencia y desempeño se necesita de la superación continua de los recursos humanos. (3, 18)
Se entiende por competencia la capacidad para desarrollar de forma idónea una actividad o tarea. Es lo que sabe y sabe hacer. Mientras que el desempeño es la conducta real del trabajador o educando para desarrollar competentemente los deberes u obligaciones inherentes a un puesto de trabajo. Es lo que en realidad hace. (18)
La evaluación de la competencia y el desempeño profesional es un proceso continuo de evaluación de la calidad de la atención en salud, que rompe los marcos puramente académicos y la vincula con la responsabilidad y el compromiso social, como respuesta a las necesidades de la población.(3, 17, 20)
La evaluación de todo proceso capacitante debe realizarse sobre la base del impacto que el mismo ha producido en la calidad del servicio de salud donde se ha desarrollado.(19)

CONCLUSIONES

Uno de los cambios que más afectaría a la Medicina está apenas comenzando y sus efectos son evidentes. La revolución de la información hace posible que en la actualidad cualquier persona tenga acceso a lo que durante muchos años fue celosamente protegido y guardado como propiedad exclusiva de los profesionales de la salud.
Es evidente que la medicina se encuentra en la actualidad bajo fuertes presiones de distinta índole: científicas, económicas, sociales y políticas. Muchas de ellas son más el resultado del éxito de la profesión que de sus fallas; el enorme aumento de enfermedades crónicas es un tributo indirecto a la calidad y capacidad de la medicina para mantener saludables a personas que en otros tiempos habrían muerto.
Cuando echamos un vistazo al resto del mundo y observamos lo lejos que está el planeta de lograr una distribución equitativa de recursos, nos preguntamos, ¿no será la hora de cambiar?
Durante varias reuniones celebradas en el Hastings Center de los Estados Unidos, auspiciadas por la Organización Mundial de la Salud , se llegó a la conclusión de que “que la Medicina debe aspirar a ser: honorable y dirigir su propia vida profesional; moderada y prudente; financiable y económicamente sostenible; justa y equitativa y debe respetar la dignidad humana” .
El Institute of Medicine en su publicación Crossing the Cuality Chasm, considera que un sistema de salud en el nuevo milenio debe ser seguro, efectivo, centrado en el paciente, oportuno, eficiente y equitativo .
La Medicina persistirá como profesión en la medida en que el conocimiento médico especializado sea conservado y puesto en práctica para beneficio de la humanidad de manera responsable y de acuerdo con las necesidades actuales de las sociedades.
No debe olvidarse nunca que la razón de ser de nuestra profesión es el paciente, que la medicina exige entrega y sacrificio y que para ejercerla es necesario entenderla y amarla.
Para Cuba esto no es un sueño, pero en la inmensa mayoría de los países del mundo se sueña con un médico nuevo integral, más universal y humano. A veces parece que los millones de seres humanos que sucumben en la miseria, las guerras y las enfermedades han pasado a ser parte del paisaje cotidiano de esos países. Todo parece indicar que ante la magnitud del problema, una mezcla de cobardía e impotencia se ha ido apoderando de muchos habitantes del Siglo XXI.
Nuestro continente es un laboratorio político, social y económico, con todo lo bueno, lo malo y lo feo que implica el ser un laboratorio en un planeta que camina entre los extremos de la asfixia y la identidad, las hambrunas y la opulencia, el pragmatismo y la atomización de las religiones.
En fin, todos tenemos una enorme responsabilidad que es aún mayor para las Facultades de Medicina, que deben realizar un esfuerzo sin precedentes para despojarse de paradigmas del presente y del pasado, pues de que lo logren dependerá en buena parte que la Medicina continúe existiendo como profesión, preservando lo que tiene de ciencia, y tal vez, aumentando lo que tiene de arte.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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