Tema - Prevención y control de la hipertensión arterial en estudiantes de la escuela “Antonio Rodríguez”. Colón 2016

ARTÍCULO ORIGINAL

 

Prevención y control de la hipertensión arterial en estudiantes de la escuela “Antonio Rodríguez”. Colón 2016

 

Prevention and control of arterial hypertension in students from “Antonio Rodríguez” school. Colón 2016

 

 

MSc. Ana Iris Prieto Peña,I Dra. Reina Matilde Portilla Pérez,II Lic. Ángel Mario Duque Reyes,I MSc. Carmen Julia Prieto Peña,II Dra. Maitee Trujillo RicañoIII

I Policlínico Universitario y de la Familia Dr. Carlos Juan Finlay. Matanzas, Cuba.
II Filial Universitaria Dr. Eusebio Hernández. Matanzas, Cuba.
III Escuela Nacional de Salud Pública. La Habana, Cuba.

 

 


RESUMEN

Introducción: la hipertensión arterial es la más común de las condiciones que afectan mundialmente la salud de los individuos adultos, por lo que es importante que aumente la percepción de riesgo desde edades pediátricas.

Objetivo: diseñar un proyecto de intervención educativa en adolescentes de la ESBU  “Antonio Rodríguez”,  de Colón, para prevenir la hipertensión arterial en edades adultas y promover estilos de vida y entornos saludables.

Materiales y métodos: constituyó un corte de un proyecto comunitario del Policlínico “Dr. Carlos J. Finlay”. Se realizó un estudio descriptivo transversal, durante febrero-mayo  de 2016. La muestra fueron 158 adolescentes, de 9no grado, de la ESBU “Antonio Rodríguez” del municipio Colón. Se efectuaron las mediciones correspondientes y se elaboró una encuesta para la recogida de datos. Se estudiaron las variables siguientes: edad, sexo, raza, índice de masa corporal,  hábitos tóxicos y hábitos alimentarios.

Resultados: predominó el sexo femenino y los estudiantes de raza blanca. Se diagnosticaron 58 pre-hipertensos y 3 hipertensos grado 1, que se estudiaron y trataron. Los factores de riesgo alimentario más frecuentes fueron la ingestión de potasio, calcio y sodio de riesgo. El tabaquismo pasivo prevaleció, y aunque, el estado nutricional normal fue el más frecuente, resultó alarmante el número de adolescentes bajo peso.

Conclusiones: los malos hábitos alimentarios y estilos de vida poco saludables fueron los factores de riesgo que más incidieron en los adolescentes de la muestra estudiada.

Palabras clave: prevención, hipertensión arterial, adolescente.


ABSTRACT

Background: arterial hypertension is the most common of the conditions that affect health of adult persons all over the world, therefore it is very important to increase risk perception since pediatric ages.

Objective: to design a project of educative intervention in teenagers from “Antonio Rodríguez” secondary school in the municipality of Colón to prevent arterial  hypertension in adult ages and to promote  healthy life styles and surroundings.

Materials and methods: it was made a cut of a communitarian project of the polyclinic “Dr Carlos J. Finlay”. A cross-sectional, descriptive study was carried out during the period February-May 2016. The sample were 158 ninth-grade teenagers belonging to “Antonio Rodríguez” secondary school of Colón municipality. The corresponding measures were taken and an inquiry was elaborated for collecting data. The studied variables were the following:  age, sex, race, corporal mass index, toxic habits, and alimentary habits.

Results: the female sex and white students predominated. 58 pre-hypertensive students and 3 grade-1 hypertensive ones were diagnosed. They were studied and treated. The most frequent alimentary risk factors were the ingestion of risk levels of potassium, calcium and sodium. Passive smoking prevailed and, although the normal nutritional status was the most frequent, it was alarming the number of low weight teenagers.  

Conclusions: bad alimentary habits and unhealthy life styles were the risk factors that stroke the most on the teenagers of the studied sample.

Key words: prevention, arterial hypertension, teenagers.


 

 

INTRODUCCIÓN

La visión de la hipertensión arterial (HTA) en el niño ha variado en los últimos años, a partir del conocimiento de que la hipertensión del adulto tiene sus orígenes en la infancia. En el diagnóstico de la HTA infantil se presentan problemas importantes, porque no existe una percepción de riesgo adecuada sobre la enfermedad por parte de algunos profesionales, muy pocos niños están dispensarizados como hipertensos, y el registro de la tensión arterial no se realiza habitualmente en el examen físico pediátrico.

En estudio realizado en Cuba se encontró también poca percepción de riesgo por parte de la familia.1 La adecuada percepción del riesgo que significa padecer de hipertensión arterial obliga a ejecutar una estrategia poblacionalcon medidas de promoción y educación dirigidas a la disminución de la presión arterial media de la población, impactando sobre otros factores de riesgo asociados a esta enfermedad. Por otra parte, es necesaria una estrategia individual, para detectar y controlar con medidas específicas de los servicios asistenciales, a los individuos que padecen de hipertensión arterial o tienen alta probabilidad de padecerla.2,3 En diversos estudios se demuestran que los valores sistólicos/diastólicos se elevan desde el nacimiento a la adolescencia y mucho más rápidamente en la edad pre púber. Los factores de obesidad e ingesta de sodio son predominantes.4,5

Este trabajo pretende identificar a adolescentes con factores de riesgo o enfermos, en una Secundaria Básica de Colón, controlar los casos patológicos y elaborar un Programa Educativo para la prevención de esta entidad.

 

MATERIALES Y MÉTODOS

Se realizó una investigación descriptiva, transversal y prospectiva en la ESBU “Antonio Rodríguez”,  enclavada en el área del Policlínico Docente “Dr. Carlos J. Finlay” de Colón, en el período comprendido de febrero a mayo de 2016. Este trabajo formó parte de la primera etapa de un Proyecto Comunitario que está desarrollando el policlínico. La muestra estuvo conformada por 158 estudiantes que cursaban el 9no grado. Las variables estudiadas fueron: edad, sexo, raza, cifra de TA, actividad física, hábitos tóxicos, ingesta alimentaria de riesgo y evaluación nutricional.

 Los criterios para evaluar las cifras tensionales fueron: Normal: menor del 90 percentil para edad, sexo y talla. Pre-hipertenso: igual o mayor del 90 percentil y menor del 95 percentil, así como todos aquellos que tengan cifras de tensión arterial igual o mayor a 120/80, aunque estén por debajo del 90 percentil.
Hipertenso grado1 (G1): igual o mayor del 95 percentil y menor al 99 percentil.
Hipertenso grado 2 (G2): mayor al 99 percentil.1

Para realizar el diagnóstico de hipertensión, después de un primer resultado patológico, se citaron a los pacientes para chequeo de TA durante 1 semana, y se clasificaron como hipertensos aquellos que tuvieron cifras tensionales por encima del 95 percentil,  en 3 ocasiones; para su peso, talla, edad y sexo. Se consideraron hábitos alimentarios de riesgo los referidos en la Guía de prevención, diagnóstico y tratamiento de la hipertensión arterial publicada en Cuba en  el 2008. Las variables fueron codificadas para facilitar su análisis, se resumió la información y se introdujo en una base de datos. Se emplearon medidas de resúmenes para datos cuantitativos y cualitativos (cifras absolutas y porcentajes). Se confeccionaron tablas de contingencias para determinar relaciones entre ellas. La Estadística Descriptiva, fue la empleada como medida de tendencia central, elporcentaje y análisis de componentes principales. El software que se empleó fue SPSS en su versión 1.0. Los resultados obtenidos se expresaron en forma tabular y gráfica, y permitieron arribar a conclusiones y recomendaciones.

 

RESULTADOS

En la tabla 1 se observa la distribución de variables epidemiológicas según sexo. De los 158 estudiantes de 9no grado estudiados, 96 fueron del sexo femenino y 62 del sexo masculino. Predominó la raza blanca con 115 estudiantes, seguida de la mestiza con 36, y solo 7 de la raza negra. El tabaquismo pasivo fue representativo, con un 34 %. El 10.8 % de estos adolescentes ya consumen alcohol, y el 1.3% son fumadores activos, aunque los autores consideran que esta cifra puede ser mayor teniendo en cuenta la referencia de los profesores. Se diagnosticaron 58 adolescentes pre-hipertensos, lo cual representa un 36.7 % de la muestra. Fueron diagnosticados 3 estudiantes con el criterio de hipertensión arterial G-I, lo cual representó el 2 % de la muestra. Estos pacientes se encontraban totalmente asintomáticos. Se detectó una incidencia de 61 pacientes en diferentes etapas de hipertensión arterial, lo cual representa el 38.6 % de la muestra estudiada.

Tabla 1. Distribución de algunas variables epidemiológicas según sexo

Variables

Femenino*

Masculino**

Total***

No.

%

No.

%

No.

%

Raza

Blanca

72

46

43

27

115

73

Negra

4

2,5

3

2

7

4

Mestiza

20

13

16

10

36

23

Hábitos Tóxicos

Tabaquismo pasivo

33

21

20

13

53

34

Tabaquismo activo

-

-

2

1,3

2

1,3

Alcoholismo

2

1,3

15

9,5

17

11

Estadio de HTA

Pre-hipertenso

28

18

30

19

58

36,6

Hipertenso G- 1

-

-

3

2

3

2

Hipertenso G- 2

-

-

-

-

-

-

*femenino 96 **masculino 62 ***total 158

La tabla 2 muestra la distribución de hábitos alimentarios de riesgo y evaluación nutricional, relacionados con la hipertensión. Entre los factores de riesgo alimentario, la ingestión de calcio y potasio fue el más representativo, con 134 pacientes; la ingestión de  sodio, en sus distintas variantes estudiadas, también fue representativa, con 107 adolescentes. Le siguió la ingestión de proteínas de riesgo, con 68 pacientes; y por último la ingestión de grasas de riesgo con 62 pacientes. La evaluación nutricional normal fue la que predominó con el 44.3 %, seguido de un 32.3 % de pacientes malnutridos por defecto. El sobrepeso solo representó un 7.6 % de la muestra, y la obesidad un 1.2 %.

Tabla 2. Distribución de alimentación de riesgo y estado nutricional según hipertensión

Variables

Hipertensos*

No hipertensos**

Total***

No.

%

No.

%

No.

%

Alimentación
de riesgo

Sodio de riesgo

34

21,5

73

46

107

68

Potasio y calcio de riesgo

17

11

117

74

134

85

Proteínas de riesgo

20

13

48

30

68

43

Grasas de riesgo

21

13

41

26

62

39

Estado nutricional

Bajo peso

17

11

34

21,5

51

32,3

Normal

36

23

34

21,5

70

44,3

Sobrepeso

6

4

6

4

12

7,6

Obeso

1

0,6

1

0,6

2

1,2

*hipertensos 61 **no hipertensos 97 ***total 158

En la tabla 3 se muestran otros factores de riesgo estudiados en su relación con la hipertensión como la actividad física y los hábitos tóxicos. La actividad física normal fue la más representada, con el 78.5 % de los casos. Sin embargo, el 29 % estuvo dentro de los pacientes diagnosticados como pre-hipertensos o hipertensos. El 8.9 % de los fumadores pasivos ya está clasificado como hipertenso, y el 5 % de los que ingieren alcohol. 

Tabla 3. Distribución de actividad física y hábitos tóxicos según hipertensión

Variables

Hipertensos*

No hipertensos**

Total***

No.

%

No.

%

No.

%

 

Actividad física

Elevada

11

7

20

13

31

1,3

Normal

46

29

78

49

124

78,5

Sedentario

2

1,2

2

1,2

3

2

Hábitos tóxicos

Tabaquismo pasivo

14

9

39

25

53

33,5

Tabaquismo activo

-

-

2

1,3

2

1,3

Alcoholismo

8

5

9

6

17

11

*hipertensos 61 **no hipertensos 97 ***total 158

 

DISCUSIÓN

Existe una relación importante entre la raza negra y las formas más severas de hipertensión.6,7 En este estudio, ninguno de los pacientes diagnosticados como pre-hipertenso o hipertenso fue de la raza negra. Esto pudiera deberse a lo poco representativo que fue este grupo dentro de la muestra.

El mayor porcentaje de los adolescentes estudiados comen pocas frutas y vegetales, y cuando los consumen tienen el hábito de agregarles cantidades considerables de sal. Ingieren además muy poca leche o ninguna. Una dieta elevada en potasio favorece la protección contra la hipertensión y permite un mejor control de aquellos que la padecen. Sin embargo, un exceso de potasio condiciona un aumento en la excreción de sodio.8,9 Numerosos estudios han demostrado la asociación de dietas con bajos niveles de calcio con incremento de la prevalencia de hipertensión arterial.10,11

De acuerdo con los hábitos alimentarios de esta población se supone que la ingestión de sodio sea superior a la necesaria. La ingestión de sal no debe sobrepasar los 5 g diarios por persona. La relación entre el sodio y la hipertensión es compleja, y no se ha llegado a un acuerdo debido a la interacción con otros factores.12,13

Un número importante entre los vegetales y las frutas frescas contienen cantidades insignificantes de sodio que pueden emplearse libremente en la dieta hiposódica ligera.14

Los alimentos ricos en proteína de alta calidad contienen más sodio que la mayoría del resto de los alimentos, por ejemplo: carnes, leche, pescado, mariscos, etc. La cocción de estos puede reducir su contenido de sodio, desechando el líquido de cocción.15 Las grasas están constituidas por mezclas de ácidos grasos saturados e insaturados, variando su proporción de unos a otros. Cuando se excede el consumo de ácidos grasos saturados favorece que se eleven los niveles de colesterol en el organismo, aumenta el riesgo de la hipertensión, las enfermedades cardiovasculares y otras no transmisibles.16,17

Gran parte de las grasas saturadas son de origen animal y se encuentran en alimentos como la mantequilla, la manteca, el queso, la crema de la leche y la grasa de la carne. Se encuentran también en algunos aceites vegetales como el de palma y coco.18

La actividad física aerobia sistemática favorece el mantenimiento y  la disminución de un adecuado peso corporal, con un consiguiente bienestar físico y psíquico del individuo. Las personas con presión arterial normal con una vida sedentaria incrementan el riesgo de padecer presión arterial elevada, entre un 20 % y un 40 %.19

Está demostrado que el humo de tabaco o cigarrillos contiene numerosos agentes tóxicos, que persisten en los que fuman  y  en los objetos de la habitación en que se encuentran fumadores y no fumadores, después de haber sido expelido. Otra persona que permanezca en ese lugar o en esa habitación durante un tiempo determinado, está en inminente riesgo de afectar su salud. El tabaquismo es un reconocido factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares y su asociación con la hipertensión arterial ha sido demostrada como uno de los factores modificables.20

También la excesiva ingesta de alcohol incrementa la probabilidad de enfermedad vascular encefálica, así como propicia una resistencia a la terapia hipotensora.21,22

El índice de masa corporal (IMC), cuando está por encima de 27 indica que el paciente tiene una alta probabilidad de padecer hipertensión, un aumento de 10 Kg de peso trae consigo un aumento de la presión sistodiastólica de 3.42-2.10 mm/Hg y entre 2.0-2.7 mm/Hg por Kg /m2.4

La población pediátrica estudiada perteneció al grupo atareo de la adolescencia, por lo que requiere de especial atención; debido a los cambios acelerados en el ritmo de crecimiento y desarrollo de esta etapa, la influencia endocrina predominante y el fenómeno fisiológico de la pubertad. El organismo entero se halla involucrado en extensas transformaciones entre las que se encuentran: aumento del apetito y la ingestión de alimentos, aumento de la energía muscular con la duplicación de la fuerza, aumento de la adiposidad puberal y cambios importantes en la conformación corporal. Todo esto va acompañado de una carga emocional importante, con labilidad afectiva, preferencia por la ¨comida chatarra¨, cambios en los hábitos de alimentación y otras características psicológicas a tener en cuenta, por su influencia en afecciones sistémicas como la hipertensión arterial que se analizó en este estudio.15

Los malos hábitos alimentarios y estilos de vida poco saludables son los factores de riesgo que más incidieron en los adolescentes de la muestra estudiada. Es necesario intensificar las acciones de prevención y sensibilizar a un mayor número de profesionales en relación con esta problemática. De no ser así, se estará contribuyendo indirectamente a que la incidencia de la hipertensión arterial continúe en ascenso en los próximos años.

Los autores recomiendan continuar la ejecución del Proyecto Comunitario “Prevención y control de la HTA en adolescentes”, a partir de estos resultados, con acciones de intervención educativa que involucren no solo a estudiantes sino  también a familiares y profesores.

 

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Recibido: 18/11/16
Aceptado: 26/2/18

 

 

Ana Iris Prieto Peña. Policlínico Universitario y de la Familia “Dr. Carlos Juan Finlay”. Maceo No. 195 e/ Martha Abreu y Clotilde García. Matanzas, Cuba.  Correo electrónico: aprieto.mtz@infomed.sld.cu

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