EDITORIAL
Bibliotecas Médicas Cubanas: gestoras de ciencia para la salud
Cuban Medical Libraries: managers of science for health
Raidel González Rodríguez,I Judit Martínez AbreuII
I Policlínico Universitario Pedro Borrás Astorga. Pinar del Río. Cuba.
II Universidad de Ciencias Médicas de Matanzas. Matanzas. Cuba.
Las Bibliotecas Médicas Cubanas (BMC) son centros de información que evalúan y brindan diversos servicios en respuesta a los diferentes problemas sanitarios, dejando de ser meros depósitos de fondos bibliográficos, para convertirse en centros de documentación especializados en las ciencias biomédicas. En ese sentido, resulta fundamental incentivar el uso crítico de la información en los procesos de investigación científica que tienen lugar en dichas instalaciones bajo la tutela de los gestores de la información.
Ellas han garantizado la documentación científica a los profesionales de la salud, así el fomento en el desarrollo de investigaciones, el fortalecimiento docente-educativo y en general, las vinculaciones con los sistemas de información en salud. Desde ese entonces asumen la responsabilidad de fomentar el funcionamiento de una estructura informacional que responda a los requerimientos de desarrollo de las tareas en gestión informativa de todo el país, especialmente en la provincia de Matanzas.
Su reciente enfoque se vislumbra como centros depositarios de soportes físicos y nuevas tecnologías informáticas, así como del soporte lógico desde donde se procesa, almacena, diseña instrumentos de búsqueda y se difunde la información. Sin embargo, lo primordial para garantizar el éxito de las BMC consiste en desarrollar normativas actualizadas en los nuevos enfoques y políticas que regulen sus servicios, las funciones del personal, así como el buen aprovechamiento de las fuentes por parte de la comunidad de usuarios, todo ello sumado a los permanentes apoyos institucionales.
No se concibe hablar de redes, intercambios cooperativos, bibliotecas virtuales y acceso a recursos compartidos sin que existan normas o estándares que sistematicen o regulen su diseño, preparación, ejecución y retroalimentación con los usuarios. Cabe destacar entonces que con el avance de las tecnologías, los profesionales de la información están llamados a incorporar a su perfil de trabajo nuevas funciones, entre ellas: facilitar el uso de las tecnologías informáticas a aquellos usuarios que por diferentes razones no las manejan.
Los actuales tiempos imponen a las BMC retos en su desarrollo a partir de servicios con una mayor calidad hacia el logro de la excelencia, requiriéndose para ello la necesidad de que dichas instalaciones sean protagonistas de cursos, actividades de postgrados, diplomados o maestrías, así como capacitaciones profesionales que posibiliten la adquisición de nuevas funciones de trabajo en docentes e investigadores; facilitar el empoderamiento de dichas instituciones por parte de todas las personas u organismos involucrados; garantizar los soportes tecnológicos necesarios y eficientes en el cumplimiento de dichas tareas; la renovación y ampliación de sus servicios; así como la planeación de actividades a desarrollar a partir de las necesidades del territorio y exigencia de los galenos cubanos.
Para los próximos años, lo importante radica en el desarrollo de nuevos paradigmas con la creación de una estructura organizativa que apoye la colección, así como una organización interna que satisfaga las necesidades de conocimiento, información y documentos de los clientes. Se considera necesario potenciar el trabajo de los gestores de información en salud, haciéndose visible para todos los profesionales, disponible las 24 horas del día los siete días de la semana. No cabe duda que el mejor recurso para potenciar una biblioteca médica eficiente, es disponer de un personal científicamente capacitado y motivado en su perfil con potencial desempeño en sus funciones al servicio de los usuarios de salud y la ciencia cubana, y algún día de los usuarios sin límites de procedencia.
Las BMC sitúan en manos de todos sus usuarios la información más actualizada y de calidad, pero se requiere su potenciación como centros de promoción cultural y científica en cada territorio, acogedora de disímiles tareas científico-investigativas y de superación profesional. Los procesos de informatización bibliotecaria en policlínicos de la Atención Primaria de Salud (APS), ha posibilitado interrelacionar: salud-atención primaria-información. Sus actuales transformaciones para lograr llevar la información disponible en INFOMED a la APS, ha permitido implantar nuevos servicios virtuales o tecnológicos y con ello el nacimiento de bibliotecas con amplio acceso.
Ellas constituyen un tesoro del conocimiento humano, mediante su participación activa en la innovación y desarrollo de la salud pública, quienes inevitablemente tienen que abandonar su histórico papel “pasivo” para asumir un accionar transformador por la velocidad del desarrollo científico informativo y como centro propio de proceso de producción del conocimiento, donde debe existir la potencialidad necesaria para la transformación que debe realizar la sociedad y enfrentar así, los retos de las BMC.
Cabe resaltar entonces que la realización de procesos evaluativos y de acreditación de dichas instituciones, compulsan a enfrentar de manera prioritaria el reto de potenciar en sus políticas de desarrollo científico la relación entre la investigación y los procesos sustantivos que ocurren en el espacio salud, incluida la gestión de la información científico-técnica, para lograr la pertinencia social de las bibliotecas de salud. Su desarrollo e impactos en profesionales galenos requieren necesariamente de actualizaciones tecnológicas, amplio acceso a las herramientas y productos tecnológicos, así como la adquisición novedosa de libros, folletos, materiales de tesis y otras literaturas.
En particular, las BMC actuales deben ser instalaciones insertadas en los procesos sustantivos vitales de las instituciones donde pertenecen, desempeñando funciones físicas, tecnológicas o virtuales para cumplir con sus misiones y llevar a cabo la materialización de un profesional galeno científicamente capacitado. Son consideradas instituciones dinámicas de recursos para el aprendizaje y la investigación, a la vez que poseen componentes esenciales del proceso docente-educativo; proporcionando modos, vías, estrategias y desarrollo de habilidades para el uso de la información, a la vez que trabaja en la creación y consolidación de hábitos de lectura.
Se reconocen en ellas, conjuntamente con la función técnica, la función educativa que se dirige a facilitar una concepción formativa integral de la enseñanza superior, facilitando materiales para la investigación científica y facilitar fondos que permitan la sistematización de la cultura superior. Las BMC ocupan un lugar importante en la gestión del conocimiento al servicio de la salud matancera; sin ellas la formación profesional serían vanas y carentes de sabiduría, a la vez que contribuyen al desarrollo institucional y a los resultados científicos, pues son las BMC: gestoras de ciencia para la salud.
Recibido: 30 de marzo de 2017.
Aceptado: 6 de julio de 2017.
Raidel González Rodríguez. Policlínico Universitario “Pedro Borrás Astorga". Pinar del Río. Cuba. Correo Electrónico: aidelgonzalez@infomed.sld.cu
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