Artículo Histórico
Juan Guiteras Gener, figura representativa de la Educación Médica en Cuba
Juan Guiteras Gener, representative figure of Medical Education in Cuba
MSc. Regina Yamilet Sosa Díaz1*
Dra. C. Yuseli Pestana Llerena2
Dr. C. José Alberto Alfonso de León3
1 Universidad de Ciencias Médicas de Matanzas. Matanzas, Cuba.
2 Universidad de Matanzas. Matanzas, Cuba.
3 Hospital Universitario Clínico Quirúrgico Comandante Faustino Pérez Hernández. Matanzas, Cuba.
*Autor para la correspondencia: reginasosa.mtz@infomed.sld.cu
RESUMEN
Las investigaciones sobre la obra de figuras representativas del pensamiento educativo cubano no han sido suficientes para develar la contribución de importantes personalidades al desarrollo de la educación en distintos niveles. La Educación Médica Cubana debe a figuras como Juan Guiteras Gener, importantes contribuciones a la formación de profesionales de la salud. Con este propósito, el objetivo de este artículo radica en argumentar por qué se considera a Juan Guiteras Gener como una figura representativa de la Educación Médica Cubana. Para ello se analizaron datos biográficos y los principales aportes como médico, profesor, científico y directivo. Se delimitaron las condiciones históricas sociales como el entorno familiar, el contexto en el que se desarrolló y las fuentes de influencias que modelaron su pensamiento pedagógico. Se utilizaron criterios de selección de personalidades histórico-educativas como la amplia teoría y práctica educativa, el reconocimiento social y la identificación en grupos de intelectuales, las influencias de su obra que prevalecen en la sociedad y el compromiso con la realidad de su tiempo. Se estimula el estudio de esta personalidad, con el propósito de valorar su trabajo en beneficio de la sociedad cubana y su contribución al desarrollo de la medicina universal.
Palabras claves: figura representativa; obra, educación médica cubana; contribución.
ABSTRACT
The researches on the work of representative figures of the Cuban educational thought have not been sufficient enough to unveil the contribution of important personalities to the development of education in different levels. Cuban medical education owes important contributions to health professionals´ training to figures like Juan Guiteras Gener. The objective of this article is arguing why Juan Guiteras Gener is considered a representative figure of the Cuban medical education. His bibliographical data and main contributions as doctor, professor, scientist and manager were analyzed for that. There were delimited socio-historical conditions like family environment, the context he developed in and the sources of influence that modeled his pedagogical thought. We used criteria for choosing the historic-educative personalities like the extended educative theory and practice, the social recognition and identification in intellectual groups, the influences of his work prevailing in the society and the compromise with the reality of his time. The study of this personality is stimulated with the purpose of assessing his work on the benefit of Cuban society and his contribution to the development of the universal medicine.
Key words: representative figure; work; Cuban medical education; contribution.
Recibido: 28/11/2018.
Aceptado: 08/02/2018.
INTRODUCCIÓN
Estudiar la obra pedagógica de una figura representativa de la educación es una labor compleja. La actividad y el pensamiento forman una unidad, por consiguiente penetrar en la historia para estudiar la labor de un educador del pasado, requiere concebir su obra pedagógica como el resultado de su quehacer educacional, teórico y práctico, en el que estuvo inmerso. Obra que está signada por la complejidad de la educación como fenómeno social amplio y multifactorial, por la época histórica en que se desarrolla, así como por la personalidad del educador, su clase social y concepción del mundo.(1)
En Cuba se han realizado estudios investigativos de carácter histórico-educativo para la profundización, sistematización y divulgación del quehacer de instituciones y personalidades. Estas investigaciones han estado enfocadas en algunas de las categorías propias de los estudios histórico-educativos, entre los que se pueden citar: concepción, pensamiento, obra y filosofía de la educación.(2-5)
Teniendo en cuenta la necesidad de realizar investigaciones histórico-educativas para fortalecer el patrimonio educativo de la nación, algunos autores han elaborado textos que enriquecen la metodología y orientan a los investigadores para el desarrollo de las mismas, entre los que se encuentran los realizados por el doctor Rolando Buenavilla y la doctora Selva Dolores Pérez y un colectivo de autores.(6-8)
En los últimos 20 años, al tomar como referente metodológico el estudio de figuras representativas del pensamiento, el educador, entre otras categorías, se ha profundizado en el estudio de varias figuras de la cultura cubana: José de la Luz y Caballero (1800-1862), José Martí (1853-1895), Alfredo M Aguayo (1866-1948), Arturo Montori (1878-1932), Ramiro Guerra (1880-1970), Medardo Vitier (1886-1960), Fidel Castro (1926-2016), entre otros.
En las ciencias médicas, en particular, el estudio de la historia, revela la existencia de un número considerable de personalidades que se destacaron en la pedagogía, la política y en diferentes esferas del desarrollo social. Esas figuras merecen ser estudiadas a la luz de las nuevas concepciones que se desarrollan en el siglo XXI acerca del papel de las personalidades pedagógicas en las luchas por el movimiento de liberación nacional, la formación de un hombre nuevo y el logro de la verdadera y definitiva independencia.(6)
Tesis doctorales como la dedicada al doctor Fidel Ilizástigui Dupuy,(9) así como los esfuerzos de un grupo de investigadores motivados en preservar la memoria histórica, pertenecientes todos al proyecto de investigación: Estudios históricos acerca de la educación y el pensamiento educativo en Cuba y Matanzas, dirigidos por la doctora Yuseli Pestana Llerena,(10) motivaron a la autora a estudiar la figura del doctor Juan Guiteras Gener, por lo que los estudios parciales relativos a la obtención del grado científico de doctor en ciencias pedagógicas, se contextualizan en dicho proyecto.
En Cuba, la educación médica ha transitado por un largo y escabroso camino desde la fundación del Seminario de San Basilio El Magno en Santiago de Cuba (1722) hasta la actualidad.(11,12) En las primeras etapas la enseñanza de la Medicina era eminentemente teórica, cientificista, predominaban los métodos pasivos y la reproducción de los contenidos por parte de los estudiantes tenía un papel preponderante. Sin embargo, hombres adelantados a su tiempo empleaban métodos que permitían vincular los contenidos básicos con la clínica y con la epidemiología de las enfermedades y llevaban sus experiencias prácticas y sus conocimientos actualizados a la docencia médica. Entre estos ilustres galenos resalta el nombre de Juan Guiteras Gener, quien junto a Carlos Juan Finlay y Barrés, creó la Escuela de Higienistas de la República de Cuba con gran prestigio internacional. Juan Guiteras Gener constituye un paradigma de los valores morales e intelectuales que deben ser legados a las nuevas generaciones de médicos cubanos, por lo que el objetivo del artículo es argumentar por qué Juan Guiteras Gener es una figura representativa de la educación médica en Cuba. Para cumplimentar el objetivo se debe hacer alusión a su obra médico-pedagógica. Aunque esta constituye una unidad, resulta complejo abordar en un artículo los diferentes aspectos en los que este pedagogo incursionó, dada la extensión y volumen de la misma.
DESARROLLO
Peca de incompleto cualquier intento de resumir en pocas líneas lo que ha sido una vida extensa, sobre todo, si ha dejado huella en alguna de las ramas del saber humano al trascender fronteras, para dejar de ser patrimonio exclusivo de su lugar natal y darse al mundo. En el doctor Juan Guiteras Gener se cumple esta premisa, toda vez que su ejecutoria profesional desbordó las fronteras de la nación para hacerse parte de la Medicina del continente americano. Quizás su quehacer fuera la prueba de que la misión del hombre sea el trascender, aun cuando el decurso y destino final de su materia física, sea el polvo. (Doctor Ercilio Vento Canosa- comunicación personal).(13)
La modelación de su pensamiento pedagógico estuvo influenciada por las condiciones históricas-sociales, el contexto en el que se vio inmerso y por las fuentes de influencia que recibió.
Nació en la ciudad de Matanzas, provincia de Matanzas, el 4 de enero de 1852, hijo de Eusebio Guiteras Font y Josefina Gener Puñales, ambos primos y vástagos de encumbradas familias de la ciudad de Matanzas, que dieron a la cultura cubana grandes personalidades en la Historia, la Literatura y la Pedagogía, pero sobre todo forjadores de una nacionalidad que ya sentían bullir en su sangre cubana y que dejaron plasmada en su pensamiento y obra, pues muchos de sus miembros lucharon y dieron sus vidas en las guerras por la independencia de Cuba.(14)
Cursó sus estudios primarios y secundarios en el colegio matancero “La Empresa”, propiedad de la familia y del cual su padre fue director. Este colegio contribuyó en gran medida a que se titulara a Matanzas “Atenas de Cuba”, fue comparado con el colegio “El Salvador” de José de la Luz y Caballero quien lo consideró como el mejor de España y sus colonias. Esta institución forjó en la juventud matancera no solo una cultura refinada, sino el amor patriótico a la tierra cubana. Fue clausurado en 1869 por las autoridades españolas que lo consideraban “un nido de víboras”. Es en este colegio en el año 1867 donde se gradúa de Bachiller en Artes.(15) Su familia, fue la primera y más grande influencia. Guiteras creció entre hombres cultos y patriotas que sembraron y cultivaron en él valores que perdurarían para toda su vida.
En 1868 comenzó sus estudios de Medicina en la Universidad de la Habana, pero es en este mismo año que debido a la persecución española hacia las familias Guiteras-Gener al comienzo de la Primera Guerra de Independencia, que sus padres emigraron a los Estados Unidos, estableciéndose en Filadelfia, por lo que Juan Guiteras continuó sus estudios en la Universidad de Pensilvania, donde se graduó como doctor en Medicina y en Filosofía.(15) Por curiosa coincidencia, esta misma Alma Mater, unos años antes, había acogido en sus aulas a Carlos Juan Finlay Barrés, a cuyo nombre estaría ligado por siempre el de Juan Guiteras Gener. Su tesis “Influencia de la actividad funcional en el desarrollo del esqueleto”, obtuvo el premio de la Facultad de Medicina.(15)
En años posteriores, realizó un largo período de especialización en anatomía patológica y bacteriología en Frankfurt, Alemania, al lado del maestro de las técnicas de coloraciones en tejidos, el profesor Karl Weigert y en 1891, regresó a Alemania, enviado por la Universidad de Pensilvania, esta vez al Instituto de Higiene de Berlín, para estudiar con el genial profesor Robert Koch su recién descubierta tuberculina, presentada en el X Congreso Internacional de Medicina, celebrada en la capital alemana en 1890. Tomó, además, un curso y trabajó con el genial profesor Paul Erlich y conoció y laboró junto a figuras eminentes como los profesores Rudolph Virchow, Shibasaburo Kitasato, Richard Pfeifer, entre otros.(14) Muchos años más tarde realizó también estudios de especialización en la escuela de Medicina Tropical de Londres. Por sus múltiples viajes y afán de saber llegó a dominar los idiomas inglés, francés, alemán, portugués y latín.
Desde su graduación en 1873 hasta 1879 trabajó como médico interno y de visitas por concurso, en el Hospital de Filadelfia, donde se destacó como clínico y patólogo. Debido al prestigio que alcanzó como conocedor de la fiebre amarilla, a pesar de su juventud, fue nombrado en 1879 como patólogo, al lado de figuras de la talla de los doctores Stanford E. Chaille y George M. Stemberg, en la Primera Comisión Norteamericana para el estudio de la fiebre amarrilla en Cuba. En el informe final de la investigación, el doctor Juan Guiteras redactó el capítulo titulado “Anatomía mórbida e histología patológica”.(14,16) Durante los trabajos de la comisión conoció a quien desde entonces fue su admirado y querido amigo: el doctor Carlos Juan Finlay.(17)
En 1879 comenzó una ascendente carrera docente como instructor de Semiología de la Universidad de Pensilvania, carrera docente que no concluyó hasta su jubilación. Continuó como profesor de Patología y Clínica Médicas en la Universidad de Charleston (1885) institución que lo nombró Profesor Titular de Patología y Clínica Médica y de nuevo en la Universidad de Pensilvania como profesor Titular de Patología General y Especial (1889). Junto al doctor William Osler, profesor de Clínica Médica y gloria de la medicina interna de todos los tiempos, creó una escuela de internistas de prestigio mundial.(14)
Durante diez años fue una de las principales figuras del servicio de hospitales de la Marina de Guerra de los Estados Unidos. Laboró como médico y profesor en los hospitales de San Luis, New Orleans, Galveston, Key West y Charleston.(14)
En 1881, fue nombrado oficialmente Experto en Fiebre Amarilla, para que atendiera las epidemias de Jakcsonville, Carolina del Norte y Key West. En 1883 se le comisionó para que informara sobre las diferentes formas de anemia al sur de los Estados Unidos. Su prestigio como conocedor de la fiebre amarilla, lo llevó a redactar los capítulos sobre esta enfermedad en obras como la “Enciclopedia de enfermedades médicas y quirúrgicas de la infancia” de John M Keating, del “American Text Book of Therapeutic” y de “Fiebre Amarilla: su naturaleza, diagnóstico, tratamiento y profilaxis”.(14)
Al finalizar la última de las guerras independentistas de Cuba contra España (1895-1898), el pueblo cubano había sufrido de los rigores de la reconcentración de la población rural en las localidades urbanas (1896-1898). En el contexto de una Cuba arrasada por las luchas independentistas, con una situación precaria en todos los sentidos y particularmente con un sistema de salud totalmente deteriorado, se produce la intervención norteamericana. Guiteras ferviente patriota, como su familia, si bien por breve tiempo pensó que esta intervención solucionaría muchos de los problemas de los cubanos por lo que fue considerado “anexionista”, no tardó en darse cuenta de los verdaderos intereses de los Estados Unidos con respecto a esto expresó y cito: “….he vivido más de la mitad de mi vida en los Estados Unidos y me unen sentimientos de amistad con aquel pueblo, pero esto no quiere decir que yo esté dispuesto a aceptar o aplaudir injerencias innecesarias en nuestras cosas por parte del norteamericano que siempre mira más a los grandes negocios que a otras cosas….”. Su labor independentista fue altamente valorada por José Martí, su gran amigo. Guiteras fue un colaborador activo de la causa independentista en el exilio y realizó contribuciones al periódico Patria. Al intervenir los Estados Unidos, se incorporó al ejército expedicionario norteamericano, donde se le otorgó el grado de Comandante de la sección de sanidad adjunta al Estado Mayor del quinto ejército. Poco después de desembarcar organizó y dirigió un hospital militar en el Caney, desde el cual combatió un brote epidémico de fiebre amarilla en las tropas. Por su parte Finlay también se había incorporado voluntariamente al ejército norteamericano.(18) Al finalizar esta etapa, Guiteras, decidió abandonar sus altos cargos en los Estados Unidos, entre ellos su cátedra en la Universidad de Pensilvania, para aceptar la cátedra de Patología General y Patología de las Afecciones Intertropicales con su clínica en la Universidad de la Habana.
Guiteras había vivido durante treinta años en los Estados Unidos, estudió medicina en una las universidades de mayor prestigio de la época, recorrió el mundo y trabajó con algunas de las figuras de las ciencias médicas más notables de todos los tiempos como Robert Koch y Paul Erlich, fundó junto a William Osler una de las escuelas de internistas de mayor fama mundial y gozaba ya de un gran prestigio como médico, científico y profesor en los Estados Unidos. Pero llegado el momento no vaciló en prescindir de todas las comodidades que tenía y volver a Cuba, para junto a Finlay, enfrentar las enfermedades, que debido a la insalubridad imperante, azotaban a la población cubana.
Las evidencias de su amplia teoría y práctica educativa se recogen en sus múltiples artículos y libros publicados sobre diversos tópicos relacionados con el cuadro epidemiológico imperante y cuyas temáticas incluía en los programas de las asignaturas que impartía.
En 1899 entra en vigor el Plan Lanuza y se dispone por el Gobernador Militar de la Isla la publicación de la Orden Militar de 30 de diciembre. Se crea una nueva cátedra en la Facultad de Medicina de la Universidad de la Habana con el nombre de Patología Intertropical con su clínica, de lección diaria. Se nombra como jefe de esta cátedra al doctor Juan Guiteras Gener a partir del 1 de enero de 1900. Al ser nombrado, se encontraba en Londres recibiendo un curso sobre métodos de enseñanza de su nueva asignatura en el London School of Tropical Medicine.(19)
En el mismo año 1900 el gobierno interventor nombra como secretario de Instrucción pública al eminente pedagogo y filósofo positivista cubano doctor Enrique José Varona Pera, quien se dio a la tarea de llevar a cabo una reforma general de la enseñanza que abarcara desde la preescolar hasta la universitaria, tomando en cuenta las condiciones imperantes en el país.(19)
En la enseñanza de la Medicina en particular, el plan de estudios vigente (Plan Lanuza), contaba con ocho años de duración, tiempo que Cuba no podía darse el lujo de esperar para graduar los tan necesarios médicos. Para la confección del nuevo plan de estudios o Plan Varona, este recibió el apoyo de profesores de Medicina con experiencia en la docencia, entre los que se encontraba el doctor Juan Guiteras Gener.
El 13 de junio del 1900 fue ratificado en su asignatura Patología Intertropical con su Clínica el doctor Guiteras y se le encargó también la de Patología General, ambas asignaturas pasaron a formar una sola cátedra, la cual dirigió.(19) La enseñanza teórica y práctica de ambas asignaturas que impartía el doctor Guiteras, se realizaba en el Hospital Nuestra Señora de las Mercedes y la enseñanza práctica además en el Hospital de Infecciosos “Las Ánimas”, donde dirigía la Estación Experimental de Inoculaciones desde 1900 y después pasaría a ser el director de la institución desde 1903 hasta 1909.(19,20,21)
El profesor Guiteras se desempeñó como Profesor Titular de Patología General y Patología de las Afecciones Intertropicales de la Universidad de la Habana desde 1899 hasta 1921 y como Profesor de Honor (1921-1925).(22) La devoción y el amor que sentía por la medicina tropical, lo llevó a “fundar y dirigir la revista de Medicina Tropical primera de su clase en América y segunda en el mundo, en el año 1900. En esta revista apareció publicado lo mejor de su obra de la época”.(23)
Su amplia labor científica se encuentra entre las evidencias de su teoría y práctica educativa.
En 1885, describió clínicamente por primera vez la brucelosis en Estados Unidos y la llamó Fiebre Térmica Contínua, término que aún hoy es utilizado. En 1886 describió por primera vez en los Estados Unidos el agente causal de la Filariasis Americana, cuatro años antes Finlay lo había descrito en Cuba, constituyendo estos dos hallazgos los primeros realizados en el continente. A propósito, José Martí escribiría en el periódico Patria “Juan, es primero en Washington y persona mayor en la medicina del ejército…”.(24) Sus observaciones patológicas en enfermos con Fiebre Amarilla lo llevaron a la obtención de grandes hallazgos, introdujo nuevos métodos en patología de las enfermedades tropicales. En 1901 describió por primera vez en Cuba, el granuloma venéreo o enfermedad de Nicolás-Fabré. En 1902, un caso de fegedenismo tropical, casos de miasis gastrointestinal, el bacilo de Shiga y el Ancylostoma duodenalis, también por primera vez en la isla. En 1904 diagnosticó la enfermedad de Chappa Acropatía Mutilanteoúlcera sifilítica, en un grupo de pacientes de Ciego de Ávila, descrita por Edward Read en África Occidental primeramente. Su excelente trabajo hizo que la entidad apareciera en el American Ilustred Dictionary de Norman Dorland y en Diccionario Terminológico de Ciencias Médicas de León Cardenal (Ed. 1945) como Enfermedad de Guiteras.(14)
En 1902, además, Guiteras se convirtió en “uno de los fundadores de la Organización Panamericana de la Salud y fue miembro de su consejo directivo por más de veinte años”.(25)
La situación epidemiológica precaria que vivía el país motivó a integrantes de la Escuela Cubana de Higienistas a elaborar el Manual de Prácticas Sanitarias (1905). Entre las figuras se encontraban: Carlos Juan Finlay Barrés (1833-1915), Claudio Delgado Amestoy (1843-1916), Juan Guiteras Gener (1852-1925), Enrique B Barnet (1855-1916), y Arístides Agramonte Simoni (1868-1931).(14)
Guiteras fue un prolífero escritor, su obra escrita no se restringe al Manual de Prácticas Sanitarias, otros libros como: Notas sobre Patología General y Especial, El Cólera en Cuba, La Peste Bubónica en la Habana, Capítulo de Fiebre Amarilla en Enciclopedia de Enfermedades Médico Quirúrgicas de la Infancia; entre otros de su autoría. Con otros autores destacan: Fiebre Amarilla (Guiteras, Moreno y Pernas); Anatomía Patológica de la Fiebre Amarilla (Guiteras y Aballí) en el libro Handbook of Medical Sciencies, New York; Trabajos Selectos (Finlay y Guiteras) y artículos como: El Dengue en Cuba, su importancia y su diagnóstico con la Fiebre Amarilla (Rev. Med. Trop, La Habana, 1906;7:37-42). Su bibliografía científica por lo variada, original y numerosa se considera entre las de más alta calidad del mundo médico latinoamericano.(26)
El 23 de agosto de 1905 fue electo Decano de la Facultad de Medicina y Farmacia. Tomó posesión el 7 de septiembre, pero continuó en el desempeño de su cátedra. Ocupó el decanato hasta el 24 de agosto de 1908.
En 1906 describió los primeros casos de dengue en su estudio: “El dengue en Cuba, su importancia y su diagnóstico con la fiebre amarilla”, considerado un clásico del Instituto Pasteur, de París. Con su asesoramiento el doctor Jorge Campuzano logró encontrar en Cuba el Toxoplasma gondii a solo cinco años de su descubrimiento.
Una de las más grandes preocupaciones de Guiteras era el mejoramiento de la docencia médica, por lo cual se dio a la tarea de perfeccionarla. Para ello organizó la estructura de los Hospitales Nuestra Señora de las Mercedes y el Número 1 (ahora Calixto García), donde fueron construidos nuevos edificios con este fin. Ambos reconocidos verdaderos Hospitales Universitarios.
Guiteras no fue un hombre de poses, ni alardes, fue el profesor que se enfrentó a dificultades y poniéndose a su nivel intelectual, enseñó la esencia a sus alumnos. En él se veía la maestría a Ia hora de impartir una clase, de comunicar lo que él quería a sus estudiantes, tuvo la dedicación necesaria para documentarse y autoprepararse en el contenido a impartir en cada una de una de sus conferencias de medicina en estrecha relación con los adelantos de la Medicina en su época.
Guiteras hombre, maestro, patriota, amigo, conocido por sus discípulos los cuales supieron de sus grandes cualidades, en su cátedra no usaba la elocuencia, llevaba a sus lecciones una gran abundancia de notas y repetía y recalcaba mucho sobre los puntos principales, procurando grabarlos en la mente de sus alumnos. El método de enseñanza empleado por Guiteras fue adelantado para su tiempo, aplicaba en el Proceso de Enseñanza Aprendizaje (PEA) lo que en la actualidad se conoce como método clínico, método de enseñanza desarrollador, basado en el caso clínico, enseñanza y aprendizaje basado en problemas. Utilizaba al paciente como principal medio de enseñanza, integraba los contenidos teóricos con la práctica médica, realizaba las necropsias junto a sus ayudantes y alumnos. Aplicaba la interdisciplinariedad y la transdisciplinariedad. Llevaba al aula lo más actualizado de las temáticas que impartía. Estas influencias de su obra, por el alcance de su ejercicio profesional, prevalecen en la formación de médicos y personal sanitario.
Paralelo a su carrera docente, por Decreto Presidencial No 18 de 28 de enero de 1909, fue nombrado Director Nacional de Sanidad al crearse la Secretaría de Sanidad y Beneficencia, cargo que desempeñó con una gran profesionalidad hasta el 27 de abril de 1921.(27)
En 1916 la Fundación Rockefeller seleccionó al doctor Juan Guiteras Gener entre los seis expertos en fiebre amarilla, para que estudiaran los posibles focos de infección en Ecuador, Perú, Colombia, Venezuela y Brasil. En 1920, fue nuevamente seleccionado para realizar un estudio semejante en territorios africanos del Congo (Zaire), Dahomey (Benin), Costa de Oro, Senegal, Sierra Leona y gran parte de Nigeria, labor que desarrolló durante 15 semanas.(27)
Guiteras fue también académico de número de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana y miembro titular de la Sociedad de Estudios Clínicos de La Habana.(26)
El 20 de mayo de 1921, su brillante carrera de sanitarista fue coronada, con el nombramiento de Secretario de Sanidad y Beneficencia. Un año más tarde culminaría sus funciones en ese alto cargo, lleno de gloria y como un símbolo del patriotismo en la medicina cubana, al oponerse rotundamente a la injerencia del general Enoch E Crowder, enviado especial de los Estados Unidos, en los asuntos internos de la salud pública cubana. Crowder entregó al presidente Alfredo Zayas, la lista de quiénes debían ser sustituidos y quiénes los sustitutos. Entre los primeros nombres se encontraba el de Guiteras. La cesantía llegó como una renuncia que el ilustre médico cubano no había presentado y ni siquiera sospechaba. El bajo golpe, decepcionó a Guiteras, quien decidió retirarse en silencio a su hogar y con su retirada se cerraría el más brillante capítulo de la sanidad pública en la república neocolonial.(22)
Por sus grandes méritos Guiteras contó con un merecido reconocimiento social y con la admiración de sus contemporáneos, alumnos y sucesores y formó parte de los grupos de intelectuales, educacionales y sociedades científicas más prestigiosos de su época pero la mayor expresión de ese reconocimiento y admiración se evidenció cuando el gremio de médicos cubanos en 1925 al fundarse la Federación Médica de Cuba, consideró que su presidente fuera el doctor Juan Guiteras Gener, por ser un símbolo de dignidad nacional y la más alta figura médica viviente. Al tomar posesión de este cargo unos días antes de fallecer, Guiteras expresó:……”En este mundo de mentiras solo la verdad os hará libres”……, evidenciando una vez más su compromiso con la realidad de su tiempo.(27) La reunión fue realizada en el Teatro Payret en la ciudad de La Habana.(28)
Cuatro días después, el 28 de octubre de 1925, murió víctima de una afección cardíaca, el eminente médico y patriota, dejando para el futuro de la patria el legado de su obra médica, científica y pedagógica.(27)
Cada página de la vida del doctor Juan Guiteras Gener, aporta una enseñanza, su altruismo, honestidad, modestia, lealtad a la patria y valentía, son valores dignos de imitar por los estudiantes de las ciencias médicas en Cuba. El patriotismo, la honestidad, la honradez, la dignidad, el internacionalismo, entre otros, forman parte del Sistema Director de Valores de los estudiantes de la carrera de Medicina. Se reúnen en Guiteras todos ellos. ¿Cómo puede llamársele a un hombre que trabajó durante quince semanas en países africanos para controlar la fiebre amarilla y que con el mismo objetivo lo hizo en diversos países de América? Guiteras fue en su tiempo lo que hoy es un internacionalista. Su altruismo y modestia sin límites fueron altamente valorados por Finlay. Fue Guiteras su mejor amigo y su más grande defensor.
La Facultad de Ciencias Médicas de Matanzas se honra con llevar su nombre. Los resultados de los estudios relacionados con Juan Guiteras enriquecen el trabajo de la cátedra honorífica que lleva su nombre y la de Historia de la Medicina, ambas de la Universidad de Ciencias Médicas de Matanzas, así como favorecen el trabajo extensionista y con los círculos de interés sobre la formación vocacional en las carreras de las ciencias biomédicas.
CONCLUSIONES
Juan Guiteras Gener es una figura representativa de la Educación Médica en Cuba. Su obra médico-pedagógica reviste una gran significación en el contexto de la formación de los profesionales de las ciencias médicas.
Destacado patriota, supo mantener en alto el prestigio de las instituciones científicas del país y el concepto de su soberanía. Como higienista está entre los más notables de todos los tiempos en el mundo y fue un maestro ejemplar y un ciudadano intachable.
La sistematización de la obra médico pedagógica del doctor Guiteras ofrecerá una contribución a la Teoría de la Historia de la Educación Médica en Cuba, que en el contexto de la formación de profesionales de la salud se expresa por los aportes teóricos y prácticos del doctor Guiteras sobre el pensamiento clínico, la vinculación de las ciencias básicas con la clínica y su pensamiento salubrista e higienista, así como los nexos y relaciones dinámicas con las formas de organización de la docencia médica en las nuevas condiciones de formación de profesionales de la salud. Permitirá el enriquecimiento de la Pedagogía Médica y la transformación de los modos de actuación profesional de los egresados de las carreras de las ciencias médicas y constituirá un material de consulta en pregrado y posgrado, en investigaciones en la enseñanza médica, el método clínico y la Historia de la Educación Médica en Cuba.
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Conflicto de intereses:
El autor declara que no existen conflictos de intereses.
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