ARTÍCULO ORIGINAL
Comportamiento del tabaquismo en los adolescentes del Reparto Fructuoso Rodríguez, Cárdenas
Behavior of smoking in teenagers of the Fructuoso Rodriguez Neighborhood. Cardenas
Dra. María de los Ángeles Martín Suárez, Dra. Elaine Echevarría García, Dra. Clara Milagros Sánchez Fernández, Dra. María Ileana Hernández Aise, Dra. Marlene Triana Pérez, Dra. Olga Adelaida Hernández Ruiz
Policlínico Universitario Héroes del Moncada. Cárdenas. Matanzas, Cuba.
RESUMEN
Introducción: la Organización Mundial de la Salud reporta al tabaquismo como la principal causa prevenible de enfermedad, discapacidad y muerte prematura, y ha señalado que mueren aproximadamente 14 000 personas al día, por alguna de las enfermedades atribuibles a este.
Objetivo: caracterizar el comportamiento del tabaquismo en adolescentes.
Materiales y métodos: la investigación fue observacional, descriptiva, transversal, en un universo de 51 adolescentes de los consultorios 24, 25 y 26 del Policlínico Universitario “Héroes del Moncada”, de Cárdenas, que cumplieron los siguientes criterios de inclusión: tener edad comprendida entre 10 y 19 años, ser fumador activo, independientemente del tiempo con el hábito, la cantidad de cigarrillos que fume, y con consentimiento asistido por los padres de participar en el estudio durante el período de enero a junio de 2013.
Resultados: el 11,4 % de los adolescentes son fumadores, y del sexo masculino 78,4 %. Predominó el grupo de 17 a 19 años, con un 58,8 %. El 92,2 % comenzó a fumar a los 12 años, el 56,9 % lo hace diariamente, y compran personalmente el cigarro en las tiendas el 43,8 %. Todos fuman públicamente, y en casa lo hace el 62,7 %.
Conclusiones: predominaron los fumadores varones entre 17 y 19 años de edad. La mayoría de los adolescentes fuman diariamente en lugares públicos, compran personalmente los cigarros en las tiendas y comenzaron a fumar con más de 12 años de edad.
Palabras clave: adolescente, comportamiento del hábito de fumar, tabaquismo.
ABSTRACT
Background: the World Health Organization reports smoking as the main preventable cause of disease, disability and premature death, and has pointed out that around 14 000 persons per day die due to any of the diseases attributed to it.
Aim: characterizing smoking behavior in teenagers.
Material and Methods: the research was observational, descriptive, cross-sectional, in a universe of 51 teenagers belonging to the family physician consultations 24, 25 and 26 of the Teaching Policlinic “Heroes del Moncada”, of Cardenas, fulfilling the following inclusion criteria: aged 10-19 years, being active smokers without taking into account the time they have being smoking, the quantity of cigarettes they smoke, and having their relatives´ informed consent for participating in the research in the period from January to June 2013.
Outcomes: 11.4 % of the teenagers were smokers, and 78.4 % were male. There it was a predominance of the 17-19 years-old group, for 58.8 %. 92.2 % of them began smoking at the age of 12, 56.9 percent smokes every day, and 43.8 % buys cigarettes in the stores by themselves. All of them smoke in public, and 62.7 % smokes at home.
Conclusions: there it is a predominance of male teenagers aged 17-19 years. Most of the teenagers smoke every day in public places, buy personally cigarettes in the stores and began smoking when they were more than 12 years old.
Keywords: teenager, smoking behavior, smoking.
INTRODUCCIÓN
El tabaquismo o hábito de fumar, es una de las causas prevenibles de defunción en el planeta y uno de los principales problemas de salud pública a nivel mundial,(1-3) sobre todo en la población infantil y adolescente.(4) Es reconocido como uno de los factores fundamentales de riesgo para el desarrollo de algunas enfermedades crónicas, incluyendo patologías cardiovasculares, enfermedad obstructiva crónica, enfermedades cerebrovasculares, cáncer, entre otras.(5) El riesgo de contraerlas está directamente relacionado con la edad de inicio en su consumo.(6)
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que existen mil millones de fumadores en el planeta y ochocientos de ellos viven en países en vías de desarrollo, donde hay tendencia a aumentar su uso;(7) señala al tabaquismo como la principal causa prevenible de enfermedad, discapacidad y muerte prematura, y ha planteado que mueren aproximadamente 14 000 personas al día, por alguna de las enfermedades atribuibles a este.(3)
Asimismo, la OMS declaró al tabaquismo como uno de los factores de riesgo fundamentales para la mortalidad en el mundo, siendo responsable del 9 % de las muertes totales. Y calcula que en el 2030 se incrementarán a 8 millones por año las defunciones atribuibles a esta epidemia, y de no modificarse las actuales tendencias, la mayoría ocurrirá en países desarrollados.(3)
Según otro reporte de este organismo (2010), citado en la III Encuesta nacional de factores de riesgo y actividades preventivas de enfermedades no trasmisibles. Cuba 2010-2011, a nivel mundial aproximadamente el 40 % de los hombres fuman, mientras que solo lo hacen el 9 % de las mujeres.(3) El informe sobre control del tabaco para las Américas de igual año, señaló que de 25 países de esta área geográfica que reportaron sus prevalencias globales de tabaquismo, el rango fue de 9,4 % en Panamá a 38 % en Chile. En el sexo femenino esto varió entre 3 % en Belice, Honduras y Suriname, y 34 % en Chile. En los hombres de 24 países, fue de 17 % en Panamá y República Dominicana a 42 % en Chile. Según dicho informe, Cuba en la prevalencia global y por sexos ocupó los lugares 19, 19 y 21, respectivamente. Esta III encuesta nacional, reportó que en Cuba existe una prevalencia global en la población de 15 años y más de 23,7 %; entre los hombres la prevalencia fue de 31 % y en las mujeres de 16,4 %, lo cual representa una disminución respecto a las anteriores encuestas de factores de riesgo de 1995 y 2001.(3)
Se ha demostrado que el tabaco es uno de los productos más nocivos para la salud, por lo que el combate a su consumo se ha convertido en una prioridad para los sistemas sanitarios, lo que además está relacionado con el hecho de que el tabaco es una de las principales causas prevenibles de enfermedad y muerte.(1-3,6)
La mayoría de las personas comienza a fumar antes de los 18 años. Cuanto menor es la edad de inicio del consumo del tabaco, aumenta la probabilidad de que se transformen en consumidores habituales y el abandono del hábito resulta más difícil.(2,7,8) Estudios revisados(3,9) muestran que el 74,8 % de los fumadores comenzó a fumar antes de los 20 años.
En Cuba, uno de cada 10 fumadores inició el hábito antes de los 12 años de edad; cuatro de cada 10, entre 12 y 16 años; y dos de cada 10, entre 17 y 19 años.(3,9) Por otra parte, las diferencias entre los índices de consumo de adolescentes hembras y varones no son marcadas, esto implica un posible incremento de tabaquismo entre las mujeres.(10) El consumo entre jóvenes es muy elevado y la incorporación a este hábito se produce en mayor porcentaje entre los 12 y los 14 años.(4,8,11) Es interesante observar que mientras disminuye la prevalencia de fumadores entre los adultos, en jóvenes se mantiene en iguales o superiores niveles. Es por ello que es lento el proceso de decrecimiento de esta adicción, pues la disminución de la prevalencia en el país ha sido fundamentalmente por la cesación del hábito.(3)
Teniendo en cuenta la importancia que el Sistema Nacional de Salud le brinda a la prevención y la promoción de salud como elementos vitales en el trabajo diario de los médicos de familia en la lucha contra el tabaquismo,(5) así como la importancia de este hábito como uno de los principales factores de riesgo desencadenantes de enfermedades, muchas de las cuales son mortales y que propician un incremento de los indicadores de morbimortalidad de enfermedades —todas prevenibles—, se decidió realizar una investigación en el Reparto Fructuoso Rodríguez, de Cárdenas, con el objetivo de caracterizar el comportamiento del tabaquismo en adolescentes pertenecientes a los consultorios 24, 25 y 26 del Policlínico Universitario “Héroes del Moncada”.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se realizó un estudio observacional, descriptivo, de corte transversal, en la población integrada por los pacientes de los consultorios del médico de la familia 24, 25 y 26 del Policlínico Universitario “Héroes del Moncada. Se tuvieron en cuenta los siguientes criterios de inclusión, pacientes con edades de 10 a 19 años, ser fumador activo, independientemente del tiempo con el hábito, la cantidad de cigarrillos que fume, y con consentimiento asistido por los padres de participar en el estudio.
Se estudiaron las variables edad, sexo, inicio y frecuencia del hábito, modo de obtención del cigarrillo y lugar de consumo. Fueron revisadas las historias clínicas familiares e individuales, para seleccionar a los adolescentes que cumplieran los criterios, y posteriormente se les aplicó la Encuesta Mundial sobre Tabaquismo en Jóvenes, adaptada a Cuba por el grupo de trabajo en tabaquismo del Programa de Enfermedades no Transmisibles de Ciudad de La Habana,(12) del cual se extrajeron los datos de las variables objeto de estudio. El cuestionario fue aplicado por los investigadores, de manera individual y privada a cada uno de los adolescentes, en un lugar apropiado y concertado previamente.
Se confeccionó una base de datos y fueron empleados como métodos estadísticos las frecuencias absolutas y los porcentajes. Los resultados se presentaron en cuadros estadísticos.
En el diseño y ejecución del estudio se cumplieron los principios éticos que rigen la investigación en seres humanos. Fue realizada por personas calificadas y se solicitó el consentimiento asistido del adolescente, brindándole una información detallada del propósito de la investigación y de la confidencialidad de los datos.
RESULTADOS
En el total de 447 adolescentes, 51 afirmaron ser fumadores activos, que representó una prevalencia de 11,4 % en este grupo de edad.
Al analizar la distribución de los adolescentes fumadores según grupos de edades (tabla 1), se observó que entre 17 y 19 años se identificaron 30 fumadores activos (58,8 %). El segundo lugar lo ocupó el grupo de edad intermedio, con 19 fumadores, para un 37,3 %.
En relación al sexo, la mayor proporción de fumadores activos correspondió al sexo masculino, con 40 adolescentes, para un 78,4 %.
Tabla 1. Distribución de los adolescentes fumadores según edad y sexo
Adolescentes fumadores |
No. |
% |
|
Sexo |
Femenino |
11 |
21,6 |
Masculino |
40 |
78,4 |
|
Edad |
10 a 13 años |
2 |
3,9 |
14 a 16 años |
19 |
37,3 |
|
17 a 19 años |
30 |
58,8 |
n= 51
Se constata en la tabla 2 que se iniciaron en el hábito, mayoritariamente después de los 15 años, 31 jóvenes, que representa el 60,8 %, seguido de los que empezaron con edades entre 12 y 14 años, 16 fumadores (31,4 %).
Tabla 2. Distribución de los fumadores según la edad de comienzo del hábito de fumar
Adolescentes fumadores |
No. |
% |
|
Edad de comienzo del hábito |
8 a 11 años |
4 |
7,8 |
12 a 14 años |
16 |
31,4 |
|
15 a 19 años |
31 |
60,8 |
n= 51
En la tabla 3, se muestra que más de la mitad, o sea, el 56,9 % (29 adolescentes) fuman diariamente, seguido de los que fuman varias veces a la semana: 15 jóvenes, para un 29,4 %.
Tabla 3. Distribución de los fumadores según la frecuencia del hábito de fumar
Adolescentes fumadores |
No. |
% |
|
Frecuencia del hábito |
Diario |
29 |
56,9 |
Varias veces a la semana |
15 |
29,4 |
|
En ocasiones |
7 |
13,7 |
n= 51
En cuanto a los modos en que los adolescentes obtienen los cigarros para poder fumar (tabla 4), predomina comprarlas directamente en la red de tiendas y cafeterías que usualmente tienen este servicio (40,3 %), seguido de los adolescentes que obtienen los cigarrillos facilitados por una persona mayor, con 17 fumadores, para un 29,8 %.
Tabla 4. Distribución de los fumadores según el modo de obtención de cigarros
Adolescentes fumadores |
No. |
% |
|
Modo de obtención |
Personalmente en la tienda |
22 |
43,1 |
Ofreciendo dinero a alguien |
2 |
4,0 |
|
Pidiendo a amigos |
8 |
15,7 |
|
Facilitado por persona adulta |
15 |
29,4 |
|
Otro modo |
4 |
7,8 |
n= 51
En la tabla 5, se observa que los 51 jóvenes (100 %) fuman en lugares públicos, seguido de la casa, con 32 fumadores, para un 62,7 %.
Tabla 5. Distribución de los fumadores según el lugar de consumo
Adolescentes fumadores |
No. |
% |
|
Lugar de consumo |
En casa |
32 |
62,7 |
En la escuela |
14 |
27,5 |
|
En lugares públicos |
51 |
100 |
n= 51
DISCUSIÓN
En la bibliografía revisada se constata que la prevalencia del tabaquismo en la adolescencia varía de acuerdo al país. Un estudio efectuado en el 2010 en adolescentes españoles informó una prevalencia de 15 % de fumadores diarios.(4) Manrique, Ospina y García,(13) en un estudio realizado en adolescentes entre 12 y 18 años, reportan una prevalencia global para el consumo de cigarrillos de 47,8 % y señalan en Colombia niveles de consumo a nivel nacional de 5,9 % entre los 12 y 17 años de edad. En Cuba, La III encuesta nacional…(3) señala que para las edades de 15 a 19 años existe una prevalencia de 10,5 %. En la población estudiada fue de 11,4 %, ligeramente superior.
A pesar de la voluntad del estado cubano para la protección de la salud de la población y la consolidación de las actividades de prevención y control del tabaquismo, hay una alta prevalencia,(3,14) la cual no está determinada solo por la comercialización, sino por la tradición y la costumbre, la producción y el consumo en el país, que están profundamente arraigados en la cultura cubana, la lucha contra el latifundio y la del movimiento obrero por la emancipación.
Respecto a la distribución de los fumadores por grupo de edades, los estudios revisados(8,9) coinciden con el presente. Según opinión de los investigadores, en la sociedad cubana se ha desarrollado una permisividad a esta conducta adictiva entre los adolescentes y, en ocasiones, la misma familia favorece el hábito a través de la ayuda económica y, en otros casos, facilitándoles los cigarros.
Como se observa, el grupo de edad más joven presentó la menor cantidad de fumadores reportados. Los autores consideran que se debe también a que en la mayoría de los casos el control familiar apoyado por el educacional, es más estricto que en las edades superiores de esta etapa de desarrollo.
En la distribución por sexo, los resultados del presente estudio coincidieron con los revisados en la literatura.(8-12) Cuando se relaciona el tabaquismo con el sexo, se plantea que los hombres tradicionalmente han sido los mayores consumidores de cigarros, pues esto se debe a factores idiosincrásicos, que incluyen el machismo, costumbre e, incluso, como parte de una cultura en la que el cigarro es sinónimo de hombría, por lo que los niños como parte de su anhelo de ser adultos toman este hábito para representar falsos ideales costumbristas. Desafortunadamente, se ha visto un incremento del tabaquismo entre mujeres adolescentes.(8,10) A criterio de los investigadores, esto obedece a la lucha por la igualdad de género, y que ven el hábito de fumar como un proceso de libertad y reafirmación de su identidad.
Los resultados respecto a la edad de inicio del hábito de fumar, concordaron con otros estudios en la bibliografía consultada.(3,6,8,9,12) Con más frecuencia, el hábito de fumar se inicia en edades más tempranas, lo que conlleva a una fuerte adicción y dificultades para la deshabituación. Un factor a consideración de los autores, es el no cumplimiento de las regulaciones estatales de ventas a menores y áreas de restricción del hábito.
La presente investigación coincidió con un estudio de prevalencia del tabaquismo en estudiantes de carreras de salud, en Matanzas,(9) que reporta 14 fumadores con inicio del tabaquismo antes de los 10 años. Un estudio de prevalencia nacional en población mayor de 17 años,(14) constata que el 76 % de los fumadores en Cuba inicia el hábito antes de los 20 años y uno de cada diez lo hace antes de los 12 años de edad. La III Encuesta Nacional… antes mencionada, plantea que el 74,8 % de los fumadores comienza a fumar antes de los 20 años. Uno de cada 10 fumadores inicia el hábito antes de los 12 años, cuatro de cada 10 entre 12 y 16 años, y dos de cada 10 entre 17 y 19 años.(3)
La frecuencia del hábito fue un aspecto de la investigación de vital importancia, para determinar el grado de adicción que presentan los jóvenes fumadores, pues mientras más veces fuman, más adicción con sus correspondientes daños presentan, y como se apreció la mayoría fuma diariamente. Esto significa que no pueden prescindir de este vicio, lo cual es sinónimo de adicción con sus correspondientes consecuencias. Estos datos del estudio coincidieron nuevamente con la bibliografía estudiada.(4)
Según Tanguí,(14) desde el punto de vista conductual, el hábito es un reforzamiento, en un fumador habitual el número de fumadas por cigarrillos y la cantidad de cigarrillos por día refuerzan el hábito, incluso en los individuos que fuman mucho, se produce un reforzamiento inadvertido, que es el más difícil de eliminar, de ahí la importancia de la prevención y el control del consumo en la población fumadora.
La mayoría de los adolescentes fumadores estudiados, plantearon obtener el cigarro al comprarlo personalmente. Estos datos hablan por sí solos de la génesis de este problema, pues denotó el poco control y permisividad que existe en las instituciones comerciales estatales y en la familia. Desafortunadamente, existen personas mayores que ven positivamente el tabaquismo juvenil, pues muchos jóvenes fuman gracias a los cigarros que aquellos le facilitan. Los investigadores consideran que esto es provocado, entre otras causas, por el desconocimiento deficiente que tiene la población sobre la repercusión negativa que tiene esta adicción sobre la salud humana, desde el punto de vista biopsicosocial, además de que en Cuba el tabaquismo constituye tradición y costumbre.
Estudios realizados en Latinoamérica y el Caribe,(14) demuestran lo escaso en el cumplimiento de la restricción de ventas de cigarrillos a los jóvenes, y Cuba no escapa a esta problemática, a pesar de los grandes esfuerzos del Estado cubano y la salud pública para proteger a los niños y adolescentes de este mal.
El estudio demostró que la realidad existente dista mucho de lo que todos piensan, pues constató una alta prevalencia de estudiantes que fuman en la escuela. Los datos también concordaron con una investigación realizada por González Hidalgo.(8)
Fueron coincidentes los resultados del estudio con los de una encuesta realizada en Latinoamérica y el Caribe sobre el tabaco y los jóvenes, dadas a conocer por Tanguí,(14) y con otra investigación,(8) que reportan que la mayor parte de los adolescentes acostumbran a fumar en sus casas.
Otros resultados(8,10,13,15) demuestran la importancia del papel social en este hábito, y los del presente estudio mostraron por sí solo lo antes expuesto, pues todos plantearon fumar en lugares públicos.
En las instituciones educacionales cubanas existen programas que evitan que los adolescentes fumen, pero es evidente que se debe ser más estricto, pues en ese medio, ellos crean el modo de poder satisfacer sus gustos, y esto indicó el grado de adicción que muchos tienen, al no poder prescindir de este vicio por cortos períodos de tiempo. Los autores de la presente investigación consideran la ineficiente restricción social y familiar como génesis de este problema.
Predominaron los fumadores adolescentes varones entre 17 y 19 años de edad. La mayoría de los adolescentes fuman diariamente en lugares públicos, compran personalmente los cigarros en las tiendas y comenzaron a fumar con más de 12 años de edad.
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Recibido: 5 de mayo de 2015.
Aceptado: 25 de mayo de 2015.
María de los Ángeles Martín Suárez. Policlínico Universitario “Héroes del Moncada”. Cárdenas. Matanzas, Cuba.
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