FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS "JUAN GUITERAS GENER". MATANZAS.
La evaluación del profesor en la Atención Primaria de Salud en Matanzas.
The evaluation of the teacher in the Primary Health Care in Matanzas.
AUTORES:
Dra. Maricela Estopiñán García (1)
Dra. Idalmis Salabert Tortoló (2)
Dr. Ridel Febles Sanabria (3)
Dra. María Antonieta González Bango (4)
Dr. Lázaro de León Rosales (4)(1) Especialista de 2do. Grado en Medicina Interna. Profesora Auxiliar
(2) Especialista de 1er. Grado en Administración y Salud. Profesor Asistente.
(3) Especialista de 1er. Grado en Angiología. Profesor Asistente.
(4) Especialista de 1er. Grado en Medicina General Integral. Profesor InstructorE-mail: maricela.estupinan@infomed.sld.cu
RESUMEN
Se realiza una investigación educacional sobre la temática de Evaluación Educativa, en el primer trimestre del año 2003, en la Facultad de Ciencias Médicas de Matanzas, para determinar el comportamiento de la evaluación de los profesores del Departamento de Medicina General Integral en los cursos 90-91, 95-96 y 2000-2001. Se identifica que la mayoría de los docentes son interconsultantes de los Grupos Básicos de Trabajo, formados como especialistas verticales de Medicina Interna, Pediatría y Ginecobstetricia; sólo un número reducido son especialistas de Medicina General Integral o licenciados en Psicología. De igual manera existe un franco predominio de evaluaciones satisfactorias, incluso en el rubro de investigaciones, aun cuando las publicaciones e investigaciones por docentes no se corresponden con los indicadores de Ciencia y Técnica, considerándose que ello se debe al control deficiente del trabajo por parte de los directivos, así como la pobre preparación de los subdirectores para realizar dicha evaluación, recomendándose el chequeo periódico en los municipios por parte de los metodólogos y jefes de Dptos. de Medicina Familiar en las visitas de supervisión, el plan de trabajo mensual de los profesores y su control por los subdirectores.
DESCRIPTORES (DeCS):
DOCENTES MÉDICOS
EVALUACIÓN/métodos
EVALUACIÓN EDUCACIONAL/métodos
ATENCIÓN PRIMARIA DE SALUD
INTRODUCCIÓN
En la década de los años 70 se multiplicaron los policlínicos comunitarios en nuestro país, pero no es hasta la siguiente, o sea, en los años 80, que se decide transformar los servicios de Salud para hacerlos más efectivos ante la nueva problemática sanitaria y la comprensión acerca de la necesidad de un cambio hacia la práctica médica basada en el enfoque clínico, epidemiológico y social; se comienza el Programa del Médico y Enfermera de la Familia como eje del Sistema Nacional de Salud (SNS). A partir de una concepción integral de la formación de pre y postgrado se implantó en el año 1985 el actual plan de estudios de Medicina, con un perfil de salida hacia la Atención Primaria de Salud (APS), se inicia la formación de licenciados en Enfermería, así como la de especialistas de Medicina Familiar. Evidentemente durante más de 15 años se han incrementado las estancias o asignaturas por el primer nivel de atención y se han formado miles de médicos de familia que han demostrado su preparación científica y humanista dentro y fuera de nuestro país, pero persisten dificultades acrecentadas por el bloqueo genocida y el Período Especial, provocando que nuestra sociedad sufra un reajuste de valores, aunque éste en realidad no es fenómeno privativo de Cuba en la actualidad. Entre las principales dificultades constatadas se señalan la insuficiente integración docente asistencial, deficiente aplicación de la evaluación docente e inadecuada preparación del claustro para la función educativa. Basándonos en este último aspecto, consideramos que en términos generales el claustro de APS es el de menor experiencia y está conformado por profesionales de especialidades médicas básicas (Pediatría, Medicina Interna y Ginecobstetricia) en su mayoría, sin una sólida formación como educadores, ya que en sus programas de estudio no se contemplan cursos o módulos de Pedagogía básica como están previstos de Metodología de la Investigación y Computación, debiendo contribuir el proceso de evaluación profesoral al perfeccionamiento y superación integral de los docentes, la cual hasta la fecha no se ha logrado completamente, de ahí que nos motiváramos a analizar críticamente el comportamiento de la evaluación docente del claustro del Departamento de Medicina General Integral de la Facultad de Ciencias Médicas de Matanzas en tres cursos académicos: 1990–91, 95–96 y 2000-01.
MÉTODO
Se realiza un estudio descriptivo en la Facultad de Ciencias Médicas de Matanzas en el primer trimestre del año 2003 acerca de la evaluación del profesor de la Atención Primaria de Salud (APS) en la provincia de Matanzas. Para el desarrollo del mismo se revisan los expedientes de todos los profesores categorizados por el Departamento de Medicina General Integral o Familiar y archivados en el Departamento de Cuadros de la Facultad en tres momentos diferentes (los cursos 90-91, 95-96 y 2000-2001), identificando los resultados de la evaluación final y por acápites o rubros ( trabajo docente-educativo, pedagógico, investigativo y de superación) de cada docente, según especialidad médica y municipio de procedencia. También se entrevista al Jefe del Departamento Docente de Medicina Familiar del centro para conocer la metodología que se sigue para realizar la evaluación, el responsable de la misma en los territorios, así como el cumplimiento del cronograma, sus criterios sobre la calidad del proceso y los factores que afectan la misma. Los resultados se exponen en tablas expresadas en números para su análisis y discusión ulterior.
DISCUSIÓN
La UNESCO (1) propone varias definiciones sobre evaluación como son las siguientes:
Término genérico para designar el conjunto de operaciones de apreciación de control y medición de un resultado de una estrategia, de un sistema, de una persona, etc.
• Proceso tendiente a delimitar, obtener y reunir la información útil para juzgar alternativas de decisión, constatar la eficacia de la ejecución de una actividad y juzgar su interés.
• Proceso de cuantificación o de cualificación del rendimiento de un individuo, grupo, dispositivo o material.Pero la más aceptada es la que la entiende como un “proceso de recogida de la información relevante para apoyar un juicio de valor sobre la entidad evaluada, que sirva de base en una eventual toma de decisiones”.
Se plantea que en el caso de los formadores las variables a evaluar son: La preparación técnica y profesional
Las habilidades y cualidades pedagógicas
La actividad y recursos didácticosAhora bien, debe evaluarse al principio de toda fase, durante el proceso para la solución de problemas y de la forma más adecuada en cada momento, pero la evaluación pierde sentido si no satisface una de sus funciones más señaladas, la de tomar decisiones, por ejemplo reajustar las deficiencias que se detectan en el desempeño del profesor.
En relación con la competencia del maestro se señala la importancia del manejo y conocimiento sobre métodos y técnicas de la enseñanza, así como la buena preparación, actualización y dominio en la disciplina que se imparte y mantener una buena comunicación, paciencia y disposición para tratar con educandos, todo lo cual exige dedicación individua,l sobre todo en el nivel superior, más aún en los últimas décadas en que la Universidad ha experimentado cambios, originando la heterogeneidad y masificación actuales, cuya misión, quehacer y resultados deben estar al servicio del desarrollo armónico e integral del hombre y de la sociedad, debiendo rendir cuenta en primer término a la comunidad nacional que la rodea y la sustenta. Debe entenderse la acreditación, evaluación y regulación de la calidad universitaria como procesos relacionados entres sí que contribuyen a la mejor identificación de las debilidades y fortalezas de la institución, favoreciendo su modernización. Los profesores del Grupo Básico de Trabajo (GBT) del médico de familia lo conforman especialistas graduados con una concepción biologicista, fundamentalmente en el ámbito hospitalario, que asumen la función docente de formar médicos generales básicos y especialistas de MGI que laborarán en la comunidad o sus centros sean educacionales o laborales, para resolver los principales problemas del individuo sano o enfermo, su familia, la comunidad y el ambiente. Además, la ubicación en dicho puesto de trabajo no es selectiva y como no se formaron como futuros educadores, tal parece que el solo hecho de haber vencido la educación superior los dota de la capacidad de enseñar. O sea, ésta es un área que no ha sido bien atendida o mejor dicho descuidada en el quehacer educacional, la de formar profesores en la Educación Superior, pues por lo regular el personal dedicado a tareas docentes es seleccionado de entre los egresados de la propia institución a la que van a servir, cuando en realidad, “un buen médico o un buen ingeniero no necesariamente es por ese mero hecho un competente profesor de cualquiera de las asignaturas involucradas en su carrera”. (2)
También estos profesores tienen la responsabilidad de la atención médica en sus campos específicos unido a la docencia de pre y postgrado, preparando un futuro profesional de Medicina General Integral (MGI), es decir, de una especialidad diferente a la de ellos. En nuestra provincia desde el año 1988 se gradúan especialistas de MGI y el claustro ha crecido en la misma medida que se ha extendido la docencia a los diferentes municipios, existiendo muchos profesores que no ostentan categoría docente principal por atraso en la aprobación de plazas a nivel central (3). Así tenemos que en los cursos estudiados el claustro de profesores categorizados por especialidad y municipio ha tenido el siguiente comportamiento:Tabla No.1. Profesores en el curso 1990-91.
Municipio
ESPECIALIDAD
TOTAL
Clínicos
Pediatras
Ginecobst.
Psicólogos
Matanzas
4
4
5
3
16
Colón
3
4
3
1
11
Cárdenas
1
1
2
-
4
Total
8
9
10
4
31
Tabla No. 1a. Profesores en el curso 1995-96.
Municipio
ESPECIALIDAD
TOTAL
Clínicos
Pediatras
Ginecobst.
Psicólogos
Matanzas
4
6
1
2
13
Colón
3
3
4
1
11
Cárdenas
3
1
3
1
8
Jovellanos
1
1
2
-
4
U. Reyes
1
1
-
-
2
Perico
-
-
-
-
1
Total
12
12
10
4
39
Tabla No. 1b. Profesores en el curso 2000-01.
Municipio
ESPECIALIDAD
TOTAL
Clínicos
Pediatras
Ginecobst
MGI
Psicólogos
Matanzas
3
8
2
3
2
16
Colón
3
3
3
4
1
14
Cárdenas
4
3
5
-
1
13
Jovellanos
1
1
-
-
-
2
U. Reyes
1
1
-
-
-
2
J.Grande
1
-
-
-
1
2
Perico
-
-
-
-
1
1
Total
13
16
10
7
6
52
Como se puede observar, en cada curso se incrementó el número de profesores del Departamento de MGI en la provincia, y en el último estudiado se categorizaron profesores de la propia especialidad. Sin embargo, la pirámide docente se ha mantenido plana, pues la mayoría de ellos, aún en estos momentos son instructores, ya que el primer proceso de pase de categoría se efectuó en el año 1999, es decir, en los cursos 90-91 y 95-96; sólo dos profesores del total eran asistentes, pero ya en la actualidad son 10. Al analizar las evaluaciones de los docentes por curso observamos los siguientes resultados, tanto por acápites como final:
Tabla No. 2. Evaluaciones en el curso 1990-91
Evaluaciones
ACÁPITES
TOTAL
1
2
3
4
5
Excelente
10
4
3
5
6
4
Bien
10
17
19
16
16
17
Regular
2
1
-
1
-
1
Mal
-
-
-
-
-
-
Tabla No. 2a. Evaluaciones en el curso 1995-96
Evaluaciones
ACÁPITES
TOTAL
1
2
3
4
5
Excelente
18
12
2
3
7
4
Bien
18
24
33
19
21
32
Regular
-
-
1
14
8
-
Mal
-
-
-
-
-
-
Tabla No. 2b. Evaluaciones en el curso 2000-01
Evaluaciones
ACÁPITES
TOTAL
1
2
3
4
Excelente
16
14
11
17
11
Bien
30
31
27
27
33
Regular
-
1
6
2
2
Mal
-
-
2
-
-
Leyenda / acápites hasta 97-98: Leyenda / acápites desde 98-99:
1.- Trabajo docente-asistencial 1.- Trabajo docente-educativo
2.- Trabajo docente-educativo 2.- Trabajo metodológico
3.- Trabajo pedagógico 3.- Trabajo científico-técnico
4.- Trabajo investigativo 4.- Superación
5.- SuperaciónEn el primer curso dejaron de evaluarse nueve profesores (por traslado a otro centro, misión internacionalista, enfermedad y una democión); en el curso 1995-96 fueron tres, también por baja o enfermedad; y en el último cuatro (dos por misión, una baja y un enfermo). Además, en general los resultados son satisfactorios, porque no reflejan la realidad, pues en la provincia los indicadores de investigación son pobres, sobre todo en la APS, aunque la mayoría de las evaluaciones regulares son en dicho rubro. Tampoco es suficiente la calidad de los planes de desarrollo individual de cada profesor en correspondencia con el nivel alcanzado ni con las deficiencias detectadas en el plano pedagógico, pero en realidad existen dificultades con la estabilidad de los cuadros y metodólogos de la facultad y los subdirectores docentes de policlínicos y municipios. En todos los casos se establece que el profesor realiza su autoevaluación del curso finalizado, mediante la cual el mismo, además de emitir un criterio sobre su actuación, indica su autorización para ser evaluado, debiendo aclararse que hasta el año 1995 se realizaba por el Jefe de Dpto. de la Facultad, pero posteriormente se decidió que la efectuara el profesor principal de cada territorio, discutiéndolas y sometiéndolas a votación en el colectivo, incluso las propuestas del profesor principal hechas por el Jefe de Dpto. y la de éste por el Vicedecano del Área Clínica. Sin embargo, ya el pasado año en la Carpeta Metodológica de docencia para la APS (3), se dan orientaciones para la evaluación profesoral, planteándose realizarla, previa autoevaluación, por el vicedirector docente y director de cada policlínico, oyendo el parecer del Jefe del GBT, y después de la discusión individual con el docente debe ser aprobada o rectificada por el Jefe de Dpto. de la Facultad. En realidad la evaluación debe estar en función del proceso docente, y en el caso de la profesoral permitir el desarrollo progresivo del docente, pero para ello es importante que el evaluador lleve buen control del trabajo asistencial y la calidad de la enseñanza tutelar que desarrolla aquél con los residentes de MGI, por ser una forma compleja de educación en el trabajo, participando el educador con su educando de postgrado o pregrado en las consultas, visitas a las familias, guardias médicas, y así valorar su desempeño integral, o sea, de esta manera la evaluación cumple su función formativa de corregir, regular, mejorar y producir aprendizajes. También, que se valoren los factores individuales (aptitudes, personalidad, comunicación con el educando) y los situacionales (características del área de Salud, principales problemas de salud del territorio, etc.), así como que se obtenga toda la información necesaria de fuentes fieles, utilizando métodos cuantitativos y cualitativos para medir de forma eficiente y justa el trabajo desplegado en el curso a través de entrevistas a educandos, colegas, directivos u otros, exigiendo la actualización del expediente en el Departamento de Cuadros, donde se reflejan los créditos obtenidos por cursos recibidos o impartidos, eventos científicos, publicaciones, investigaciones, tribunales u otros pero, sobre todo, que el profesor refleje clara y honestamente en su autoevaluación todo su quehacer científico-pedagógico, asumiéndola como un reto para perfeccionar o mejorar su actuación profesional en sus tres funciones fundamentales: docente, científico-investigativa y de gestión-extensión.
CONCLUSIONES La pirámide docente del Departamento de MGI de la Facultad de Ciencias Médicas de Matanzas es insuficiente para cumplir el reto que le corresponde en estos tiempos por la escasa categorización de especialistas de Medicina General Integral.
La calidad de la evaluación profesoral no es la requerida, por inestabilidad y pobre control de los directivos docentes en la provincia, no cumpliendo, por tanto, su principal función que es la formativa.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
- Jover D. Guía para diseñar y elaborar sistemas de evaluación para la formación. En: La formación ocupacional. II Parte. Madrid-España: Ed. Popular; 1999.p.167 -74.
- Livas González I. Análisis y evaluación de los resultados de la evaluación educativa. Méjico:Ed Trillas; 1988. p. 7 -17.
- MINSAP. Organización, desarrollo y control del proceso docente-educativo en la Atención Primaria de Salud. La Habana: MINSAP ; 2000. p. 36-8.
BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA
- Arteaga Crespo R, Díaz Pita G, Padrón Novales C. La enseñanza tutelar en la formación del residente de Medicina General Integral. Educ med sup 2001;15 (3): 215 –8.
- González Pérez M. Evaluación del aprendizaje en la enseñanza universitaria. La Habana:CEPES- Universidad de La Habana; 2000.p. 40 –52.
- Lafourcade R. La evaluación en organizaciones educativas centradas en logros. Méjico: Ed Trillas; 2000. p. 29 –38.
- Pozner de Weinberg P. El directivo como gestor de aprendizajes. Buenos Aires, Argentina: Ed AIQUE; 2000.p. 83–91.
- Prieto Márquez G, Ernand Fernández R. Superación Pedagógica del GBT en la Atención Primaria de Salud: una reflexión sociofilosófica. Educ med sup 1998; 12 (1): 13 –20.
- Rodríguez Cruz HM, García González E. Evaluación del maestro. En: Evaluación en el aula. Méjico: Ed Trillas: 1998.p. 77–86.
- Sánchez Portuondo F Problemática de la evaluación del profesorado universitario. En: Selección de lecturas. Asignatura de Evaluación Educativa de la Maestría en Ciencias de la Educación Superior. Matanzas: UMCC; 1999. p. 184 –207.
- Tejedor R. Evaluación del profesorado universitario por los alumnos de la Universidad de Santiago de Cuba. En: Selección de lecturas. Asignatura de Evaluación Educativa de la Maestría en Ciencias de la Educación Superior.Matanzas: UMCC; 1999 p. 208–26.
SUMMARY
An educational investigation was carried out on the theme Educative Evaluation in the first trimester of 2003, at Matanzas Medical Sciences to determine the behavior of the teachers evaluation in the General Integral Medicine Department of 1990-1991, 1995-1996 and 2000-2001 courses. Most of the teachers are identified as interconsultants of the Work Basic Groups formed as vertical specialist of Internal Medicine, Pediatrics and Gynecobstetrics; only a reduced number of them are specialists in GIM or masters in Psychology. The satisfactory evaluations are predominant too, even in the branch of the investigations, although the published works and investigations by the studentss do not correspond with the indicators of Science and Techniques. It is considered that it depends on the deficient work control of the managers and on the poor preparation of sub directors to evaluate them. We recommend checking out the month work schedules of the teachers by the methodologists and the Chiefs of Family Medicine Departments periodically and its control by sub directors in the municipies.
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