Dependencia emocional y violencia en mujeres atendidas en la Fundación Nosotras con Equidad, de Riobamba
RESUMEN
Introducción:

la violencia es un fenómeno psicosocial, considerado un problema de salud pública que genera graves consecuencias en las mujeres. La dependencia emocional podría ser un factor esencial para que una mujer tolere situaciones de violencia.

Objetivo:

determinar la relación entre la dependencia emocional y la violencia en mujeres atendidas en la Fundación Nosotras con Equidad, de Riobamba, Ecuador.

Materiales y métodos:

se realizó un estudio observacional, prospectivo, transversal, analítico, bivariado y de nivel relacional, en una población de 300 mujeres de 18 a 65 años de la Fundación Nosotras con Equidad, de Riobamba, durante el primer semestre de 2020. Para el procesamiento de datos de dependencia emocional y violencia se utilizó el programa IBM SPSS Statistics 25.0; para el análisis estadístico-descriptivo gráficos de barras agrupadas, y para el análisis bivariado el coeficiente de correlación tau-b de Kendall.

Resultados:

se evidenció que 237 mujeres presentaron dependencia emocional moderada (79,0 %) y que 279 indicaron haber sufrido violencia de pareja severa (93,0%). La correlación entre la dependencia emocional y la violencia psicológica es media positiva (0.473).

Conclusiones:

en las mujeres víctimas de violencia se hallaron altos niveles de dependencia emocional y se evidenció una correlación media positiva entre la violencia psicológica y la dependencia emocional. En la variable de dependencia emocional se observaron como indicadores relevantes el miedo a la soledad, a ser abandonada, lo que representa una forma de rechazo a su autoestima, manteniéndose sumergida en una relación violenta.

ABSTRACT
Introduction:

violence is a psychosocial phenomenon, considered a public health problem that generates serious consequences for women. Emotional dependence could be an important factor for a woman to tolerate situations of violence.

Objective:

to determine the relationship between emotional dependence and violence in women attended at the FundaciónNosotras con Equidad, of Riobamba, Ecuador.

Materials and methods:

an observational, prospective, cross-sectional, analytical, bivariate and relational study was conducted in a population of 300 women aged 18 to 65 years from the Fundación Nosotras con Equidad, of Riobamba, during the first semester of 2020. The IBM SPSS Statistics 25.0 program was used for processing emotional dependence and violence data; for statistical-descriptive analysis, grouped bar graphs, and for bivariate analysis, the correlation coefficient tau-b of Kendall.

Results:

it was shown that 237 women had moderate emotional dependence (79.0%) and 279 reported that they had suffered severe partner violence (93.0%). The correlation between emotional dependence and psychological violence is average positive (0.473).

Conclusions:

high levels of emotional dependence were found in women victims of violence and an average positive correlation between psychological violence and emotional dependence was evident. In the variable of emotional dependence, the fear of loneliness, of being abandoned, was observed as relevant indicators, which represents a form of rejection of their self-esteem, remaining immersed in a violent relationship.

Palabras clave:
    • dependencia emocional;
    • violencia;
    • mujeres.
Key words:
    • emotional dependence;
    • violence;
    • women.

INTRODUCCIÓN

La violencia contra la mujer, en especial la ejercida por su pareja, constituye un grave problema de salud pública y una violación de los derechos humanos debido a su alta incidencia. Las estadísticas recogidas a nivel mundial indican que una de cada tres mujeres en el mundo ha sufrido violencia física o sexual en algún momento de su vida.1

En Ecuador, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos,232 de cada 100 mujeres han vivido algún tipo de violencia en los últimos doce meses, el 25,2% ha vivido violencia psicológica, el 9,2% violencia física, el 12,0% violencia sexual y el 6,1% violencia patrimonial.

En la provincia de Chimborazo,2 el problema alcanza dimensiones importantes: el 64,9% sufren violencia, el 65,7% son mujeres del área urbana, el 62,8% son mujeres del área rural, y el 42,8% de las mujeres han sufrido violencia causada por su pareja a lo largo de su vida. Por estas manifestaciones se abordaron los casos de violencia de pareja más relevantes de los datos estadísticos.

La violencia pudiera definirse como todo acto donde se hace uso de la fuerza o del poder que causa daño físico, psicológico, sexual a sus miembros. Es un problema complejo que genera graves consecuencias en la mujer, la familia y la sociedad,3y que afecta la salud física, psicológica o deja marcas corporales, además de miedo, baja autoestima, ansiedad y depresión.4 La cultura patriarcal destaca la supremacía del hombre sobre la mujer, perpetuando así la violencia.5

Una de las teorías que explica la alta prevalencia de la violencia de pareja es la teoría ecológica de Lory Heise (1998):señala que es un fenómeno polifacético que se asienta en la interacción entre los factores personales, situacionales, económicos y socioculturales que pueden actuar como determinantes, facilitando la aparición de la violencia. Entre ellos están las normas que otorgan al hombre poder sobre la mujer, la aceptación de la violencia como forma de resolver conflictos de pareja, y estructuras rígidas de género, como pobreza, desempleo, delincuencia, aislamiento, conflictos matrimoniales y alcoholismo.6

En este contexto, una de las variables psicológicas individuales que está asociada a la violencia es la dependencia emocional. En los últimos años este constructo es objeto de investigación en el ámbito de las relaciones de pareja.7,8La dependencia emocional es entendida como un patrón de comportamientos desadaptativos, que consiste en la necesidad extrema de orden afectiva de permanecer con su pareja. Además, presenta conductas de sumisión y subordinación hacia la pareja, miedo al abandono o a la ruptura de la relación, búsqueda de atención y necesidad de ser amada.9

Según la literatura, existen diversas teorías que tratan la dependencia emocional. Para efectos del presente estudio se utiliza la propuesta por Sánchez,10quien menciona que tanto las teorías de la unión traumática (Dutton y Painter, 1981) como la del castigo paradójico (Long y Mc Namara, 1989) y la de la intermitencia (Dutton y Painter, 1993) sostienen que en la relación de pareja hay una intermitencia entre el buen trato y el mal trato, enfatizando la asimetría de poder entre el agresor y la víctima(mujer):cuanto más maltrato sufre la mujer, más se lastima su autoestima, teniendo una mayor necesidad de su pareja.

Otros estudios encuentran los niveles altos de dependencia emocional en aquellas mujeres que reportaron maltratos por parte de sus parejas respecto a sus pares que no sufrían dicha violencia, resaltando que características como priorización de la pareja, sumisión, subordinación y miedo a la ruptura, parecen ser factores principales de la dependencia emocional en mujeres que reciben malos tratos.11,12

En Ecuador existen investigaciones sobre el tema de la violencia hacia la mujer desde varias perspectivas;13,14 sin embargo, aún no ha sido suficiente lo investigado como para impactar un cambio en dicha realidad, ya que las mujeres víctimas siguen siendo invisibilizadas dentro y fuera del hogar; el miedo, la culpa, la vergüenza, la baja autoestima, la dependencia emocional y el temor a que no les crean, hacen que se queden calladas; cuando denuncian, abandonan el proceso judicial porque es extenso: la misma justicia las revictimizan de manera violenta y empoderan al agresor para que siga teniendo el poder sobre ellas.

En otras palabras, existe un vacío de conocimiento que hay que seguir investigando. Justo por ello, el presente estudio tiene como objetivo determinar la relación entre dependencia emocional y violencia en las mujeres atendidas en la Fundación Nosotras con Equidad, de la ciudad de Riobamba, hipotetizando que la dependencia emocional se relaciona con la violencia, aporte que permite generar interés en el ámbito científico.

MATERIALES Y MÉTODOS

La investigación fue de tipo observacional, ya que no existió intervención del investigador; los datos que se reflejan son de evolución natural de los eventos. Se recopilaron los datos y se investigó la correlación entre la dependencia emocional y la violencia en mujeres.

Según la planificación, la toma de datos fue prospectiva, debido a que los datos surgieron del fruto de la investigación; existió control de sesgo en la medición, ya que existió intervención del investigador; los datos para el estudio son recogidos de la investigación primaria.

La investigación fue, además, de tipo transversal, ya que se realizó una sola medición. Se analizaron los datos obtenidos de los test psicológicos para medir dependencia emocional y violencia en el primer semestre de 2020.

Según el número de variables de interés, fue un estudio analítico, bivariado, de nivel relacional, porque se conoció el grado de relación entre las variables citadas.

La población diana estuvo conformada por 754 mujeres que asisten a la Fundación Nosotras con Equidad, de la cuidad de Riobamba, provincia de Chimborazo, Ecuador, de la cual se obtuvo la población de estudio, siendo 300 mujeres víctimas de violencia, de edades comprendidas entre 18 y 65 años, con diferentes características sociodemográficas.

Criterios de inclusión:

  • Mujeres de 18 a 65 años.

  • Mujeres víctimas de violencia que son atendidas en la Fundación Nosotras con Equidad.

  • Mujeres que aceptaron participar voluntariamente en la investigación, firmando el consentimiento informado.

  • Mujeres sin diagnóstico previo de trastorno psiquiátrico.

Criterios de exclusión:

  • Mujeres que asisten a la Fundación por problemas distintos a la violencia.

Para medir la variable de supervisión se utilizó el Cuestionario de Dependencia Emocional, creado por Lemos y Londoño (2006). El mismo consta de 23 ítems, con un alfa de Cronbach de ,93.

El cuestionario mide la dependencia emocional desde seis dimensiones:

Ansiedad de separación (α = ,87), expresión afectiva de la pareja (α = ,84); modificación de planes (α = ,75); miedo a la soledad (α = ,80); expresión límite (α = ,62), y búsqueda de atención (α = ,78).

Para la investigación se utilizó la adaptación realizada por Ventura y Caycho;15 los participantes fueron 520 universitarios peruanos (147 varones y 373 mujeres). La confiabilidad fue analizada mediante el coeficiente omega, variando los modelos, desde ,85 a ,93.

La alternativa de respuesta es de tipo Likert del 1 al 6, siendo 1= completamente falso de mí; 2= la mayor parte falsa de mí; 3= ligeramente más verdadero que falso; 4= moderadamente verdadero de mí; 5= la mayor parte verdadera de mí, y 6= me describe perfectamente.

Para obtener los resultados de la dependencia emocional, se sumaron las puntaciones obtenidas con los criterios siguientes: 0 a 33,ausencia de dependencia emocional; 34 a 63, dependencia emocional leve; 64 a 97,dependencia emocional moderada, y 98 a 138,dependencia emocional grave.

Para medir la variable de asociación violencia se utilizó la Escala de Violencia e Índice de Severidad, instrumento creado en México por Valdés et al.16 Tiene un alfa de Cronbach de 0,99;la escala de violencia consta de 27 reactivos, en donde se eliminaron ocho de acuerdo a un criterio teórico y no estadístico, ya que, conceptualmente, estos reactivos no son equiparables con lo que explora la violencia sexual. Posteriormente, se evaluó la consistencia interna de los 19 reactivos finales de la escala de violencia, a través del alfa de Cronbach, que se mantuvo en 0,99, lo que indica una consistencia interna muy alta. Permite identificar los gradientes de la violencia (en general y por tipos) que sufren las mujeres, diferenciando así a las mujeres que se encuentran en distintas situaciones de riesgo y, por ende, cuyas necesidades de atención no son homogéneas.

La escala de violencia e índice de severidad consta de 19 preguntas, con cuatro subescalas, que miden la frecuencia de las acciones violentas en los últimos doce meses.

Violencia psicológica incluyen los reactivos8,9,11,12,15 violencia sexual,1,14,17,18violencia física3,5,6,13,19 y violencia física severa.2,4,7,10,11,16 Cada respuesta se valoró con 1= nunca, 2= alguna vez, 3= varias veces y 4= muchas veces.

Para obtener los resultados de violencia e índice de severidad, se sumaron las puntuaciones obtenidas con los criterios siguientes:

  • Violencia psicológica: “no caso de violencia psicológica” los valores de 0 a 5 puntos; “caso de violencia psicológica” los valores de 5,1 hasta 18,2, y “caso de violencia psicológica severa” los valores de 18,3 hasta 81.

  • Violencia sexual: “no casos de violencia sexual” los valores de 0 a 1; “casos no severos de violencia sexual” los valores entre 1,1 a 6, y “casos severos” los valores por arriba de 6.

  • Violencia física: “no casos de violencia física” los valores de 0 a 2,4; “casos de violencia física” los valores de 2,4 a 12, y “casos de violencia física severa” los valores por encima de 12.

  • Violencia física severa: “no casos" los valores de 0, y como “caso de violencia física severa” los valores por arriba de 0; es decir, la presencia de alguno de estos actos.

Para el análisis y procesamiento de datos se utilizó el programa IBM SPSS Statistics en su versión 25.0. En el análisis cuantitativo se presentan estadísticos descriptivos (frecuencias y porcentajes) y gráficas de barras agrupadas del diagnóstico de dependencia emocional y las subescalas que conforman la violencia.

Para el análisis bivariado de los resultados se utiliza el coeficiente de correlación tau-b de Kendall, donde un valor absoluto de 1 indica una relación perfecta; una correlación cercana a 0 indica que no existe relación entre las pruebas; si es <0,3, la correlación es baja; entre 0,3 y 0,5 es moderada, y> 0,5 es alta.

Procedimiento ético:

Se contó con la autorización de la directora de la Fundación Nosotras con Equidad. Posterior a ello, se desarrolló una ficha sociodemográfica y se incluyeron los ítems de los cuestionarios a emplearse en este estudio. Se les informó a las participantes, brindando la carta testigo, mediante la expresión oral del consentimiento informado y el objetivo de la investigación, recalcando su participación voluntaria y confidencial.

RESULTADOS

En la tabla 1 se muestran los niveles de dependencia emocional. Los resultados indican que el 79% tienen dependencia emocional moderada, siendo esta la más representativa.

Niveles de dependencia emocional

Es necesario analizar los diferentes tipos de violencia a que han sido sometidas las mujeres objeto del presente estudio. Para ello se presentan las tablas de frecuencia de las subescalas de la Escala de Violencia e Índice de Severidad. En la tabla 2 se muestran las cifras de la variable “violencia de pareja”, donde se puede ver que el 93% son sometidas a violencia de pareja severa, el 68,3%han sido víctimas de violencia psicológica severa, el 28% han sido víctimas de violencia sexual severa, y el 54% han sufrido violencia física severa.

Niveles de índice de severidad

A continuación, se muestran los porcentajes de violencia asociada a los niveles de dependencia emocional. Para ello se utilizan gráficos de barras agrupadas. El gráfico 1 muestra que del 7% de mujeres víctimas de violencia de pareja, el 0,67% tienen dependencia emocional leve, mientras que el 63,33% la tienen moderada. A su vez, del 93% de las mujeres que sufren de violencia de pareja severa, el 16,67% tienen dependencia emocional leve, el 72,67% moderada, y el 3,67% han sido diagnosticadas con dependencia emocional grave.

Violencia de pareja en función de la dependencia emocional.

El gráfico 2 refleja que del 6,7% de mujeres que no sufren violencia psicológica, el 5 % tienen dependencia emocional leve, el 1,33% moderada y el 0,33% grave. A su vez, del 25% de mujeres que sufren violencia psicológica, el 9% tienen dependencia emocional leve y el 16% moderada. También se observa que del 68,3% de mujeres víctimas de violencia psicológica severa, el 3,33 % tienen dependencia emocional leve, el 61,67% moderada y el 3,33% grave.

Violencia psicológica en función de la dependencia emocional.

El gráfico 3 muestra que del 65,3% de mujeres que no han sido agredidas sexualmente, el 15,33% tienen dependencia emocional leve, el 48,33% moderada y el 1,67% grave, al tiempo que del 6,7% de mujeres víctimas de violencia sexual, el 0,33% tienen dependencia emocional leve y el 6,33% moderada. A su vez, se puede ver que del 28% de mujeres que han sufrido de violencia sexual severa, el 1,67% tienen dependencia emocional leve, el 24,33% moderada y el 2% grave.

Violencia sexual en función de la dependencia emocional.

En el gráfico 4 se puede ver que del 31,7% de mujeres que no han sido agredidas físicamente, el 9,67% tienen dependencia emocional leve y el 22% moderada. A su vez, del 14,3% de mujeres víctimas de violencia física, el 3,33% tienen dependencia emocional leve y el 11% moderada. Finalmente, del 54% de mujeres que han sufrido violencia física severa, el 4,33% tienen dependencia emocional leve, el 46% moderada y el 3,67% grave.

Violencia física en función de la dependencia emocional.

La tabla 3 presenta el análisis de correlación entre la violencia (puntaje total) y la dependencia emocional. Los resultados indican que la dependencia emocional tiene correlación: media positiva de 0,473 con la violencia psicológica.

Correlación entre la escala de violencia e índice de severidad y dependencia emocional

DISCUSIÓN

En la presente investigación, se analizan los niveles de dependencia emocional en las mujeres, evidenciándose que el 79% presentan dependencia emocional moderada y el 93% sufren violencia de pareja severa, respecto a cómo se presenta su relación de pareja actualmente.

En términos generales, no hay correlación entre la dependencia emocional y el diagnóstico general de violencia en pareja; sin embargo, el análisis de resultados muestra la existencia de correlaciones entre el nivel de dependencia emocional y las diferentes subescalas de violencia por separado, siendo más relevante la violencia psicológica. Esto quiere decir que a más dependencia emocional, mayor violencia psicológica.11En el análisis de cada esquema con la dependencia emocional, en la muestra total, existe mayor relación con los esquemas de desconfianza y abuso, privación emocional, fracaso, negatividad/pesimismo y apego confuso y/o inmaduro. De la misma forma, los factores de dependencia emocional asociados son miedo e intolerancia a la soledad, miedo a la ruptura, prioridad de la pareja y deseos de control de la pareja.

También existe correlación -menos fuerte-entre la violencia sexual y la física; es decir, cuando la dependencia emocional aumenta, la violencia sexual y física se incrementa ligeramente. La dependencia emocional se vive a través del miedo a la soledad, la necesidad de aceptación, de reafirmación; la víctima presenta una demanda excesiva de afecto, lo que justifica conductas reiteradas que dañan la intimidad de la persona, vulnera su libertad y afecta su desarrollo psicosexual.17

Dentro de la investigación es importante profundizar en la correlación entre la dependencia emocional y la violencia física severa, la cual es negativa débil, que se contradice con los coeficientes obtenidos en las otras subescalas y con el fundamento teórico, por lo que puede asumirse como una relación espuria.

La Escala de Violencia e Índice de Severidad, aplicada en el estudio, muestra que todas las mujeres que participaron en la investigación sufren de violencia, principalmente severa. El análisis por subescala, a su vez, indica un porcentaje predominante de severidad en las agresiones psicológicas y físicas. La violencia sexual es la menos frecuente, con un 34,7% de casos de violencia sexual y violencia sexual moderada. Estos datos se corroboran en el estudio de Beraún y Poma,18 quienes hallaron que el tipo de violencia más común en las mujeres es la violencia física y psicológica.

La dependencia emocional moderada es la más representativa en todos los tipos de violencia. Esto es congruente con la investigación realizada por González,19que expone: “con mayor dependencia la dimensión ansiedad por separación, seguido de la dimensión expresión afectiva de la pareja, y continuo a ello se encuentra la dimensión miedo a la soledad”. Cabe acotar que estos resultados están inmersos en la acción de otras variables que pueden aparecer como consecuencia de la violencia y, a la vez, ser causas de la dependencia emocional. Estas deben tomarse en cuenta.

Otra limitación es haber trabajado con una población muy homogénea (con una gran mayoría de elementos con el mismo nivel de dependencia emocional), lo cual es una debilidad para la investigación, porque con una población más diversa se podría aumentar la significancia y la magnitud de los coeficientes, lo que permitiría demostrar de forma más clara la relación entre las variables.

En resumen, la dependencia emocional y la violencia tienen correlaciones con bajo nivel de significancia en las mujeres de la fundación Nosotras con Equidad de Riobamba. Predomina la dependencia emocional moderada y está ligada principalmente a la violencia psicológica.

A modo de conclusión, las autoras recomiendan establecer estrategias de intervención específicas y viables para las mujeres con dependencia emocional, para evitar que regresen con su agresor o inicien nuevas relaciones con características similares de maltrato. De igual manera, se recomienda ampliar este estudio a varias fundaciones, a fin de enriquecer los vacíos presentes en investigaciones donde se correlacionen la dependencia emocional y la violencia en mujeres y hombres.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Historial:
  • » Recibido: 19/01/2021
  • » Aceptado: 15/09/2021
  • » Publicado : 31/10/2021

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