Importancia de la prevención en estomatología desde la edad escolar

Estimado Director:

En la Revista Médica Electrónica (vol. 44, no. 1, 2022) se publicó el artículo “El maestro primario y la prevención de los problemas bucales en escolares”, que pone de manifiesto el papel de los educadores en la promoción y prevención de las enfermedades bucales desde edades tempranas. Además, no se limita a la situación del citado tema en Cuba, sino que hace una revisión amplia del mismo en diferentes países.

En dicho artículo se muestran resultados que, aunque en su mayoría pertenecen a estudios realizados en otros países, no son los que se esperan, atendiendo sobre todo a que está demostrado que la estomatología del presente y el futuro, para ser exitosa, debe descansar más en la prevención y la promoción que en la atención curativa, como se creía en el pasado. Los datos más importantes de la revisión señalan que los maestros, en la mayor parte de los estudios, demuestran desconocimiento de actividades de promoción y prevención, sobre todo de traumas, caries y, en menor medida, enfermedad periodontal.

Los autores reconocen, además, que los padres y educadores presentan, mayoritariamente, niveles regulares de conocimientos sobre salud bucal, y que las intervenciones relacionadas con el cuidado de esta deben dirigirse a ambos.

Los autores de esta carta se identifican con lo positivo de la revisión, basado sobre todo en que la misma concluye que los maestros son un personal de suma importancia para prevenir y promover la salud bucal, y que definitivamente necesitan de conocimientos más sólidos sobre estos temas.

Desde el ya distante 1986, en la Primera Conferencia Internacional de Promoción de Salud, celebrada en Ottawa, Canadá, se planteó que la promoción de salud consiste en proporcionar a los pueblos los medios necesarios para mejorar su salud y ejercer un mayor control sobre la misma para alcanzar un estado adecuado de bienestar físico, mental y social.1

La prevención, por su parte, consiste en un conjunto de actuaciones realizadas por profesionales, técnicos y la propia población, para evitar la instalación de una determinada enfermedad en los individuos y grupos o durante las diferentes etapas de esta, con el objetivo de limitar las complicaciones y secuelas.1

La boca es parte fundamental del sistema digestivo, ya que en ella inicia la digestión. Es por ello que se debe cuidar desde la niñez para prevenir cualquier enfermedad o trauma, ya que si esto sucede se verán afectadas no solo la digestión y demás funciones bucales, sino también la salud física general.2

Se ha demostrado que la promoción y prevención de la salud oral impacta en el desarrollo de enfermedades no transmisibles, y que el tratamiento periodontal y de la caries dental en personas con enfermedades crónicas -tales como diabetes mellitus, enfermedad cerebrovascular, enfermedad coronaria y artritis entre otras- reduce las complicaciones y los costos de tratamiento en comparación con aquellos que no fueron tratados por estas enfermedades bucales.3

Es necesario comprender de una vez que las enfermedades infecciosas bucales pueden producir enfermedades sistémicas, y que pueden relacionarse con cuadros graves capaces de llevar al paciente incluso a la muerte.1

En Cuba, el objetivo fundamental de la salud pública ha sido desarrollar la medicina comunitaria, y dentro de ella la estomatología comunitaria, que tiene como fin promover la salud y prevenir las enfermedades bucales.4

En este sentido, es necesario trabajar ampliamente, no solo donde se realizan actividades clínicas; el objetivo no es trabajar solo con la referencia de la enfermedad, sino con la de la salud, evitando que las personas enfermen.5

Es posible trabajar por el mantenimiento de los dientes, y para lograrlo hay que sembrar en la población cultura de salud bucal desde las primeras edades, aplicar tecnologías y herramientas de promoción de salud, y prevenir, o sea, hacer un enfoque de tratamiento basado en el nivel de riesgo.

Pero antes se debe tener en cuenta el enfoque poblacional, para lo cual hay que contar con la participación de todos los sectores de la sociedad: de las personas que puedan ayudar a desarrollar comportamientos saludables y, de manera especial, de la familia y los maestros, pues estos problemas no solo repercuten en la boca, sino también en el cuerpo. La boca es reflejo de lo que pasa en el cuerpo, y, a la vez, lo que ocurre en la boca repercute sistémicamente, porque el ser humano es una integridad.5

Por tanto, tener maestros con consistentes conocimientos sobre las enfermedades bucales, sobre todo en cuanto a promoción y prevención de las mismas, ayudará sin duda a tener niños mejor preparados para cuidar de forma eficaz su salud bucal y general.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Historial:
  • » Recibido: 05/02/2022
  • » Aceptado: 09/04/2022
  • » Publicado : 01/07/2022

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